Las autoridades obligan a los policías a redoblar esfuerzos para mantener el orden público, debido al mayor número de negocios con giro de venta de etílicos.
CANATLÁN, DGO.- Durante una sorpresiva reunión de Cabildo, el cuerpo edilicio encabezado por el Alcalde autorizó seis permisos para la venta de vinos, licores y cerveza, lo cual causó gran descontento entre la población, ya que con esa medida son las mismas autoridades municipales las que están fomentando el vicio entre la población, en lugar de tomar medidas para frenar el consumo excesivo de etílicos.
Esos seis nuevos permisos se vendieron a partes iguales a dos empresas cerveceras, pero con la condición de que serían administradas por funcionarios municipales de alto nivel, una vez que éstos dejen de prestar sus servicios en la administración municipal, con lo cual se constituye un probable abuso de poder y tráfico de influencias, según se comenta en esta cabecera municipal.
De acuerdo con datos con que cuenta El Siglo de Durango, el alcalde Rafael Díaz Irigoyen y el resto de los regidores que integran el Ayuntamiento, durante los tres años de gestión administrativa, estuvieron declarando que en este ejercicio administrativo no se autorizaría ninguna patente nueva para la venta de embriagantes.
Incluso, a los mismos miembros de la Unión de Expendedores de Vinos, Licores y Cerveza se les rechazaron algunas solicitudes que se presentaron en diferentes fechas, ya que el argumento era que había demasiados expendios de etílicos y que la población en Canatlán iba en descenso, por lo que no se justificaban esos comercios.
El presidente de la Unión de Comerciantes en Vinos, Licores y Cerveza de este municipio, Manuel Ávila, dijo que hay gran inconformidad por la sorpresiva autorización de más patentes de alcoholes en Canatlán, máxime que al parecer quedarán en poder de los actuales funcionarios municipales y con ello queda evidenciado que se construyeron un “paracaídas” que utilizarán al momento de que dejen sus cargos en el Ayuntamiento.
Confirmó haber escuchado rumores en el sentido de que los nuevos expendios de embriagantes fueron vendidos a dos empresas cerveceras con la condición de que les den la concesión a elementos del Ayuntamiento en cuanto éstos dejen sus cargos, lo cual será dentro de escasas tres semanas.
El entrevistado se dijo molesto por el doble lenguaje de las autoridades municipales, ya que durante los tres años de la presente administración pregonaron que no autorizarían ni una patente más para evitar el alcoholismo en Canatlán y de última hora liberan seis permisos, cuando saben que las protestas de la ciudadanía no les hará mella porque ellos ya se van y le dejan el problema a la administración entrante.
Ésta es una prueba más, dijo el entrevistado, de que todos los funcionarios municipales, encabezados por Rafael Díaz Irigoyen, se encuentran en pleno “año de Hidalgo”, aseguró.
En otra parte de sus declaraciones, el entrevistado mencionó que tuvieron una plática con el regidor encargado de la Comisión de Alcoholes y cínicamente se limitó a justificarse diciendo que “moralmente no estará bien (la autorización de permisos), pero la ley no impide que se autoricen”.
Es lamentable, dijo Ávila, que se haya tomado a Canatlán como botín de políticos que van de salida y la prueba de ello se tiene en la venta de la Feria, la autorización de licencias de alcoholes a última hora y algunas otras prácticas que están dejando beneficios económicos solamente a los funcionarios que van de salida, pero no a la población, concluyó.
Injustificado
Al inicio de la actual administración municipal, había en Canatlán 30 permisos para la venta de bebidas embriagantes y con el paso del tiempo se autorizaron dos licencias más, ya que llegaron a instalarse en la mancha urbana dos minisúpers, lo cual constituía la oportunidad de generar más fuentes de empleo y ningún sector se opuso al crecimiento del comercio en ese sentido.
Los 32 sitios en donde se venden bebidas embriagantes en Canatlán son suficientes; sin embargo, de la noche a la mañana los integrantes del Cabildo deciden autorizar seis licencias más, mismas que van a parar a manos de dos empresas cerveceras que, incluso, ni siquiera pagan impuestos al Municipio, ya que sus sedes principales se encuentran en Monterrey y al parecer en Puebla, se informó en la Unión de Comerciantes en Vinos, Licores y Cerveza de este municipio.