El contingente de especialistas enviado por la empresa televisora más importante del país a Venezuela, a fin de evaluar las condiciones técnicas y la logística de la Copa América, ha regresado y su informe desborda pesimismo pues consideran que el evento puede resultar un fracaso monumental.
Infraestructura hotelera insuficiente e incómoda, transporte terrestre y vías de comunicación obsoletas, escasa oferta de vuelos y conexiones, inseguridad y estadios a medio terminar y que serán entregados sobre la hora a trompa talega hacen temer que esta Copa América sea la peor organizada de la historia.
Cuando la Confederación Sudamericana de Futbol anunció a la nación del Arauca vibrador como la sede de la justa continental, el sentimiento generalizado fue de tranquilidad y confianza pues se suponía que el tiempo y la estabilidad del país permitiría un margen de maniobra adecuado al Comité Organizador, toda vez que anfitriones con menores posibilidades como Ecuador y Bolivia habían, finalmente, entregado buenas cuentas cuando les tocó albergar el evento.
El problema se presentó y ha crecido cuando se descubrió que el futbol y este campeonato no son una prioridad para el Gobierno del controvertido Hugo Chávez, y por ello no han puesto toda la carne al asador para salir airosos del compromiso. Esto no tiene nada que ver con estar de acuerdo o no con los procedimientos del mandatario, simplemente consignar que sin el decidido apoyo oficial, en cualquier lugar del mundo se torna casi imposible lograr el éxito en una empresa de la envergadura de la Copa América.
México ha manifestado en más de una ocasión su deseo de organizar esta importante justa, y la respuesta de las autoridades del balompié sudamericano ha estado teñida de menosprecio, sin embargo, de concretarse los augurios y convertir a Venezuela en el referente del fracaso organizativo de la Copa, nuestro país estaría cada vez más cerca de lograr ese cometido. Desde cualquier punto de vista nuestra nación ofrece ventajas que están por encima de las posibilidades de otros países que buscan la candidatura, siendo en este momento la inseguridad nuestro peor flagelo y único punto en contra.
Los éxitos deportivos del futbol mexicano en torneos organizados en el Cono Sur también avalarían la fundada pretensión de darle al público azteca otra joya que se sumaría a otros importantes eventos como Juegos Olímpicos y Copa del Mundo.
En fin, ojalá que a Venezuela le salga de maravilla todo lo relacionado con Copa América por el bien de su gente y nosotros, que seguiremos el torneo por televisión, podamos deleitarnos con el buen futbol que seguramente desplegarán las selecciones participantes. Creo que así como organizadores, el nivel futbolístico de México nos permite pensar que un logro importante en este tipo de competencias está cada vez más cerca. Hugo Sánchez y sus guerreros tienen ahora la palabra.
