Una de cada cinco personas piensa que el IFE no siempre habla con la verdad.
Agencias
MÉXICO, DF.- Un estudio patrocinado por el propio IFE, demuestra que tras las elecciones del pasado 2 de julio la imagen del organismo electoral ante la ciudadanía cayó y la desconfianza sobre su actuación aumentó.
De acuerdo con ese estudio, entre junio y septiembre de 2006 las opiniones negativas sobre el instituto pasaron de 6 por ciento a 20 por ciento, mientras que las positivas cayeron de 65 por ciento a 51 por ciento.
En el mismo periodo, la calificación sobre el desempeño del IFE pasó de 8.1 a 7.5, siendo el centro del País -en las circunscripciones cuatro y cinco-, en donde las opiniones son más bajas, con una calificación de 6.8.
Los aspectos en donde el IFE perdió más confianza ante la ciudadanía fueron en la organización e imparcialidad en las elecciones, así como en confiabilidad de los resultados de las votaciones, pues en éstos las opiniones positivas cayeron en 20 puntos.
Sin embargo, los consejeros electorales han defendido que tras los polémicos comicios presidenciales de 2006 la percepción social sobre el desempeño del Instituto no se había visto afectada.
La semana pasada, el consejero Marco Gómez señaló que el IFE no había perdido credibilidad en el 2006.
Pero el estudio contratado por el propio organismo demuestra lo contrario. Una de cada cinco personas piensa que el IFE no siempre habla con la verdad, no se distingue por su honestidad, ni porque sus decisiones estén apegadas a la Ley, opinión que en junio pasado apenas alcanzaba el 10 por ciento.