Después de dos días seguidos de haber hecho críticas a la administración de la capital del país, el presidente Felipe Calderón evitó hacer comentarios al respecto, al encabezar esta tarde un evento en el centro de la ciudad de México.
Calderón acudió, en medio de un operativo de seguridad con elementos del Estado Mayor Presidencial (EMP) y la Policía capitalina, a las instalaciones del Palacio de Correos, en donde canceló un timbre conmemorativo con la imagen de las ruinas de Chichén Itzá.
En el evento tampoco hubo presencia de funcionarios del Gobierno del Distrito Federal, como ayer jueves en Coyoacán, en donde Calderón encabezó la celebración por el centenario de los viveros de la zona.
Acompañado por su esposa, Margarita Zavala, Calderón ingresó por la puerta que da hacia la calle de Tacuba, pues sobre Eje Central, se encontraban unos 20 manifestantes -los que siempre acompañan al perredista Gerardo Fernández Noroña- quienes lanzaban protestas contra el mandatario.
Calderón, quien llegó 10 minutos tarde al evento, ingresó a través de una puerta que fue semitapiada con unas lonas negras para evitar la vista hacia el interior.
En su mensaje, el titular del Poder Ejecutivo no se refirió a la administración de Marcelo Ebrard o a administraciones perredistas pasadas como lo hizo durante dos días consecutivos.
En Chalco, estado de México, acusó ayer que en la capital se hicieron obras que privilegiaron el transporte individual en lugar del masivo y alertó sobre una posible inundación por la falta de obras en el drenaje profundo; mientras que el jueves, en los Viveros de Coyoacán, habló de la necesidad de lograr un manejo integral urgente de la ciudad de México.
Hace más de una semana, Calderón había alertado sobre una "catástrofe" por los problemas en el drenaje y convocó a trabajar en coordinación a la administración local, más allá de banderas políticas.