En su primer encuentro oficial de trabajo con su colega estadounidense George W. Bush, el presidente Felipe Calderón planteará la urgencia de establecer compromisos concretos para combatir el tráfico de estupefacientes y frenar el paso a los componentes que llegan desde Estados Unidos para su elaboración.
También demandará acciones contundentes para detener el trasiego de armas que en su mayoría son adquiridas en el mercado norteamericano por los grupos criminales, incluyendo los cárteles de las drogas, informaron fuentes diplomáticas de la delegación mexicana.
En la reunión Calderón-Bush se hará especial énfasis en lo que México ha realizado para combatir al crimen organizado, y de la importancia de que haya “corresponsabilidad” en las acciones para enfrentar este flagelo que atenta contra la seguridad de los dos países, explicaron.
Durante los encuentros, Calderón y los integrantes de su comitiva también pondrán sobre la mesa el tema del desarrollo social relacionado con la generación de empleos y el mejoramiento de la calidad de vida de los mexicanos, tanto los que residen en el país como los que habitan en Estados Unidos.
Fuentes consultadas del equipo mexicano aceptaron que de los encuentros que sostengan Calderón y Bush, podrían resultar “compromisos” en distintas áreas de la relación bilateral, y que se intentará alcanzar una “declaración conjunta” en la que se establezcan puntos específicos que deberán impulsar ambos gobiernos en distintos temas.
Y aunque consideraron que esta reunión no debe verse como un “punto de quiebre”, establecieron que sí es viable que de los encuentros de ambos mandatarios resulten anuncios “positivos y concretos”. “Hay optimismo de nuestra parte”, declaró la secretaria de Relaciones Exteriores, Patricia Espinosa Cantellano, poco antes de partir al aeropuerto Manuel Crecencio Rejón para recibir al presidente George W. Bush.
En las conversaciones tanto de los dos jefes de Estado como de sus comitivas se discutirán todos los temas de la agenda bilateral, aunque en el caso del asunto migratorio se hará relevancia sobre la importancia de hacer valer y respetar los derechos humanos de los migrantes mexicanos, y no esperar que el legislativo norteamericano apruebe una reforma migratoria integral o “comprensiva”.
La tarde de ayer lunes, la canciller Espinosa Cantellano y el subsecretario para América del Norte, Carlos Rico Ferrat, afinaron en esta ciudad los últimos detalles de la agenda de trabajo que llevará el presidente Felipe Calderón a su primer encuentro con George W. Bush, programado para la mañana de este martes en la hacienda Temozón, a unos 55 kilómetros de la capital yucateca.
“Es una reunión que permitirá a los gobiernos de México y Estados Unidos seguir profundizando su relación hacia una más constructiva”, dijo Espinosa, quien confirmó que todos los temas de la agenda bilateral serán abordados por los presidentes Calderón y Bush.
Minimizan senadores visita de Bus
Los coordinadores de PAN, PRI y PRD en el Senado coincidieron en que poco se puede esperar del encuentro entre los presidentes Felipe Calderón, de México, y George W. Bush, de Estados Unidos.
Además, plantearon la necesidad de aprovechar dicha reunión para recordarle al mandatario visitante la necesidad de que se atienda el problema migratorio y se renuncie a la construcción del muro en la frontera.
Santiago Creel, coordinador de los senadores panistas, consideró que habrá que esperar al nuevo Gobierno en Estados Unidos para establecer acuerdos con el impulso del Congreso estadounidense, que ahora tiene mayoría demócrata.
En su opinión, el mandatario estadounidense dejó pasar años antes la oportunidad de haber construido una mejor relación. Manlio Fabio Beltrones, coordinador de los senadores priistas, opinó que se trata de una visita "simplemente de acercamiento y de pocas conclusiones".
"Esperemos que con inteligencia, el Gobierno mexicano sepa poner las primeras piedras, pero del entendimiento, para derribar el muro que separaría a México de Estados Unidos", dijo. Carlos Navarrete, del PRD, estimó que se trata de la gira de despedida del presidente de Estados Unidos y que para el Senado no es un asunto de importancia.
En San Lázaro, los diputados panistas confiaron en que el mismo tono que usó el presidente Calderón ante corresponsales extranjeros para criticar la política de EU respecto al narcotráfico, lo usará en su reunión con Bush.
El panista minimizó los cordones de seguridad en Yucatán, y recordó que cuando Calderón fue a Washington se cerraron las avenidas principales para garantizarle al michoacano el libre y seguro tránsito.
En el Senado las invitaciones para acudir a una cena con los mandatarios llegaron la noche del pasado viernes. Se les avisó a los diversos grupos que habría un avión para transportarlos a Mérida, que saldría a las cuatro de la tarde del lunes y regresaría a las dos de la mañana del martes. Los perredistas no fueron invitados a esa reunión.
