María de la Luz Alvarado, Alejandra Lares y Virginia Quintero, madres de familia y vecinas de la colonia Chapala, de Gómez Palacio, señalan que en los operativos efectuados por agentes de las diferentes corporaciones policiales, no deben dejarse de lado los derechos humanos para que no se cometan atropellos contra personas inocentes.
EL SIGLO DE TORREÓN
Los ciudadanos coinciden: Hay que combatir la “exagerada” proliferación de drogas que “invade” la región y envicia a la juventud. Califican como positivos los operativos efectuados por las diferentes corporaciones policiales.
Tomás Martín de la Paz, de 44 años, despachador de una gasolinera y vecino del fraccionamiento Carmen Carreón, de Lerdo, dice que hay mucha drogadicción por todos lados.
“No es nomás uno, es toda la gente que sale perdiendo y los chavos son los que más la llevan, pues fácil pueden caer en algún vicio”, dice Tomás tras calificar de muy buenos los rondines que hacen los agentes policiales en distintos puntos de las ciudades y ahora en el medio rural.
Sanjuana Escobedo Cruz, con domicilio en Andador 11-A número 529 de la colonia Chapala, en esta ciudad, dice que en ese sector habitacional existe gran cantidad de jovencitos dedicados al vicio de la droga.
“Lo malo es que algunos policías ‘les hacen el paro’ a los muchachitos o los vendedores de droga y eso no está bien, pues deberían detenerlos”, afirma la entrevistada.
En el Andador Seis, asegura, se reúnen varios vagos y malvivientes que se drogan a plena luz del día como si fuera algo normal. “Ya no puede uno mandar a los niños a la tienda por la desconfianza de que les pueda pasar algo, pues ahí están los viciosos en la pasada, como si nada”.
“Yo creo que es muy bueno eso de los operativos, pero que se metan más a fondo, no sólo de vez en cuando. Que no sea nada más de un ratito, sino que las patrullas pasen más seguido por las colonias para que detengan a los viciosos y a los que les venden la droga”, dice Sanjuana.
“Perfecto, se me hace muy bien, porque se tiene que hacer algo ya. No debemos quedarnos cruzados de brazos y qué bueno que las autoridades están actuando ahora sí. Ya era hora que se combatiera tanta drogadicción y delincuencia”, expresa por su parte Lily Valenzuela, quien tiene su domicilio en avenida Hidalgo número 1007 de la zona centro de esta ciudad.
“Yo tengo un hijo de 15 años, estudia secundaria y a nadie le gustaría ver a sus hijos en el vicio. Creo que esto no nada más es responsabilidad de los policías, sino de los padres de familia que debemos vigilar a nuestros hijos, ver con quién se juntan, cómo visten, que no lleguen tarde a casa y hablar con ellos, pues hay mucho vicio en la calle y cualquier jovencito puede caer en la tentación de probar la droga”, analiza la mujer.
María de la Luz Alvarado, Alejandra Lares y Virginia Quintana, vecinas las tres de la colonia Chapala, aceptan los operativos y la detención de los malvivientes y enviciadores, pero consideran que en ocasiones los agentes incurren en excesos y detienen a personas inocentes.
“Creemos que están bien, que encierren en la cárcel a los viciosos y los que venden drogas, pero que se respeten los derechos de las personas, más de quien no tenga ningún delito, pues a veces agarran parejo y se llevan a los que ninguna culpa deben y a los que en verdad son delincuentes, ni siquiera los molestan”, dice una de las entrevistadas.