La gente ha entendido que no sólo se puede vivir de la madera, pues en los últimos años se ha incrementado de 22 a 50 el número de cabañas en los proyectos de ecoturismo en Pueblo Nuevo.
Ejidatarios, comuneros y pequeños propietarios de la región serrana de Pueblo Nuevo poco a poco han entendido la importancia de desarrollar actividades alternas a la extracción de madera para sobrevivir, como el ecoturismo.
Así lo expuso el alcalde de Pueblo Nuevo, Francisco Deras Cabral, quien argumentó que en los últimos tres años se ha incrementado de 22 a 50 el número de cabañas en los proyectos de crecimiento del ecoturismo en ese municipio.
Deras Cabral reconoció que Pueblo Nuevo es parte importante de la reserva forestal que tiene la entidad, ya que su producción anual de madera se calcula entre 800 mil y un millón de metros cúbicos de madera en rollo.
Sin embargo, señaló que los habitantes de esa municipalidad se han percatado de que hay otras formas de subsistencia que no tienen el mismo impacto sobre el bosque, como es el desarrollo forestal no maderable o el ecoturismo.
El edil dijo que a la región ha llegado con fuerza la cuestión de cuidar el bosque para que se pueda obtener de él un desarrollo sustentable, por lo cual se han activado más de 240 guardabosques voluntarios en la Sierra de Pueblo Nuevo.
“Hay mucha presencia de vigilancia, porque la industria forestal es el motor de la economía de nuestro municipio, además el bosque nos permite crecer mediante otras alternativas como el ecoturismo y el desarrollo forestal no maderable”, declaró.
Francisco Deras reveló que de manera reciente se ha puesto en funcionamiento dos centros ecoturísticos extras a los ya existentes, como son las pirámides de Echavarría Viejo, que cuentan con cabañas.
Hay, agregó, una derrama fuerte que va en aumento en el ámbito del turismo ecológico, por lo cual ha crecido la infraestructura de hospedaje en cabañas más del ciento por ciento en los últimos años, al pasar de 22 a más de 50 casas campestres de alquiler.
Cifras oficiales
En Durango, según la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), 18 de los 39 municipios del estado tienen actividad forestal constante en la actualidad, pero son seis demarcaciones municipales las que concentran el 80 por ciento de la producción forestal en el territorio duranguense.
Se trata de Pueblo Nuevo, con volúmenes de 619 mil metros cúbicos (m3) de madera extraída durante el 2006; en segundo lugar San Dimas, con cifras de 445 mil m3; y en tercer lugar está Guanaceví, con permisos por 340 mil m3.
Le siguen Tepehuanes, con 234 mil m3; Durango, con 230 m3; y en sexto lugar a nivel estatal se encuentra Santiago Papasquiaro, con 148 mil m3, según los reportes de corte del año 2006 en poder de Semarnat.