El “calentamiento global” podría reducir la producción agrícola mundial entre 3 y 16 por ciento, para el año 2080. (Archivo)
México podría ser uno de los países más afectados por el calentamiento global, advierten.
México podría perder hasta 35 por ciento de su producción agrícola debido al calentamiento global en 2080, estimó el economista William Cline en un estudio sobre los efectos del cambio climático en el mundo.
México no sería el único país afectado, aunque sí entre los más afectados por un fenómeno que, de continuar, aumentaría; “la única solución es que México se movilice por una reducción internacional de las emisiones de carbono”, dijo Cline, durante una entrevista, en la que advirtió que los cambios en el clima pueden beneficiar a países industrializados y dañar a regiones cercanas al Ecuador terrestre.
La solución del problema no depende de un solo país y ninguna nación puede darse el lujo de esperar a que surja una solución, indicó Cline, asociado del Centro para el Desarrollo Global y del Instituto por Economía Internacional (IIE) y autor de un recién publicado reporte sobre “Calentamiento Global y Agricultura”.
El principal efecto del calentamiento global sobre la economía será la creación de mayores obstáculos para elevar el nivel de vida de la gente y sacarla de la pobreza, indicó Cline. En particular, agregó, la agricultura será severamente golpeada por el fenómeno y aunque ese impacto es cuestión de décadas, “lo que hagamos ahora, en esta década y la siguiente, tendrá una influencia”.
Según el analista, el “calentamiento global” podría reducir la producción agrícola mundial entres 3 y 16%, para el año 2080, con los países en desarrollo como los principales afectados por un fenómeno que en países como la India podría llevar a pérdidas de tanto como entre 30 y 40% de su producción.
En el caso de México, el estudio elaborado por Cline indicó que la pérdida de capacidad agrícola podría ser de entre 24.5 y 35% respecto a la actual y de acuerdo con el uso de fertilizantes. En otros países podría ser mayor, pero naciones industrializadas, habitualmente en regiones templadas, podrían verse beneficiadas.
IMPACTO DISPAREJO
Sin embargo, el impacto aun en ellos podría ser disparejo. El norte de Estados Unidos podría quedar entre los más afectados benéficamente, pero el sur y suroeste resultarían afectados negativamente, señaló como ejemplo.
Los efectos serían más allá de lo económico, porque no se trataría nada más de la importación de más alimentos, sino también de los efectos climáticos o incluso geopolíticos.
De acuerdo con el reporte anual del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IIEE) de Londres, el calentamiento global podría tener efectos imprevisibles sobre la estabilidad mundial. “Podría haber un campo considerable para cambios impredecibles y catastróficos”, indicó el texto divulgado en Washington.
Peor aún, advirtió, “aun si la comunidad internacional tiene éxito en esfuerzos que contribuyan a mitigar el cambio climático -y en adaptarse a sus consecuencias-, los impactos primarios sobre ecosistemas, agricultura, salud humana y seguridad afectarán profundamente el ambiente internacional de seguridad”.
Para Cline, en todo caso, “este es un caso clásico en el que todos tienen que aportar algo”, al exhortar a México y otros países en desarrollo a trabajar por convenios que reduzcan las emisiones globales, toda vez que de hecho serán los más afectados si no ocurre así.
“Algunos países en desarrollo han tomado la posición de que preocuparse por el calentamiento global es un lujo que sólo los países desarrollados se pueden dar y eso es un error”, advirtió. La India, China y Brasil, tres naciones que originan una gran parte de los “gases de efecto invernadero” tienen y deben tener un interés en el problema.
Cline recordó que un incremento de sólo un grado centígrado tendrá un efecto sobre la agricultura. “Cuando hablamos de economía global, se piensa en mercados y valores, esto es más en lo que se refiere a estándares de vida…”, precisó.
El economista insistió en que más que otra cosa, “hablamos aquí de recursos globales… de cómo usamos los recursos del mundo”.
Cline consideró que el impacto económico vendrá entre otras formas a través de cosechas afectadas. “El trigo invernal no prospera en temperaturas cálidas”, apuntó por ejemplo. Algunas cosechas podrán ser alejadas del Ecuador, pero otras no podrán darse en temperaturas más cálidas.
Los países que se verían beneficiados son aquellos en latitudes alejadas del Ecuador y los más adversamente afectados son los cercanos. “Eso parece el patrón más general”, comentó, pero señaló que “no serían beneficios parejos” y de hecho hay muy pocos estudios sobre lo que pasaría por ejemplo en Canadá o Siberia.
“La única solución de largo plazo es reducir las emisiones de carbón… el cambio climático incluirá un aumento en la intensidad de huracanes, a problemas de salud… lo único viable sería un esfuerzo internacional coordinado para alejar nuestra economía de una energía basada en carbón hacia alternativas como la solar, la eólica, el etanol y tal vez tecnologías que capturen el óxido de carbono y lo almacenen bajo tierra”, comentó.