Los Camoteros del Puebla se impusieron a los Dorados de Sinaloa en la final por el partido del ascenso a la Primera División Nacional. (Jam Media)
El uruguayo Álvaro González se hace presente con dos anotaciones en este partido.
Puebla derrotó ayer 3-2 (4-3 global) a Culiacán para regresar al máximo circuito del futbol mexicano, en el juego de vuelta de la final de ascenso, en un Estadio Cuauhtémoc que tuvo sobrecupo.
El uruguayo Álvaro González, campeón de goleo en los dos torneos, se hizo presente con dos anotaciones en este partido, el primero al minuto ocho y el segundo a los 45, con el que prácticamente liquidó el encuentro, mientras Hugo Ruiz hizo el segundo por los Camoteros al 27.
Mario Padilla convirtió el primer tanto de Dorados a los 34 minutos de tiempo corrido, con el cual metió en la pelea a los visitantes, mientras el brasileño Lucas da Silva descontó a los 86.
Impulsado por una manta con el mensaje “vamos a ser campeones, somos mucho más que once”, el cuadro de La Franja se lanzó con todo en busca de liquidar el partido y muy rápido se puso adelante en el marcador con el primero de dos tantos del uruguayo Álvaro “Bola” González, al minuto ocho en un remate dentro del área.
Los sinaloenses iniciaron como dormidos y en el minuto 27 ya tenían dos goles en contra, tras una buena combinación de pase largo del capitán Joaquín Velarde para “Bola” González, quien con la testa habilitó a Hugo Ruiz, quien entró al área y cruzó su disparo a la derecha.
El técnico de los visitantes, Hugo Fernández, mandó de inmediato a calentar a todos sus elementos de banca, mientras Puebla bajó un poco el ritmo de sus ataques. Dorados aprovechó para recortar ventaja con un remate de Mario Padilla dentro del área, en apenas la segunda llegada de los “culichis” sobre el arco poblano.
La escuadra de la Angelópolis reaccionó ante esta anotación y antes de que concluyera la primera mitad consiguió su tercer tanto del partido que puso el marcador global 4-2, en otra combinación entre Hugo Ruiz y el uruguayo “Bola” González, quien venció con disparo a la derecha al guardameta Tomás Adriano.
Dorados intentó reaccionar pero no logró ser el equipo contundente y que rompió récord de puntos en el Torneo Clausura 2007 como líder general en el complemento, en tanto los poblanos se mostraron consentidores y dieron vida al visitante porque tuvieron muchas oportunidades para liquidar el partido.
En un esfuerzo desesperado por darle una mayor fuerza al ataque de los “culichis”, el técnico Hugo Fernández sacó a su goleador Carlos Casartelli para meter al joven Rafael Gaytán y jugar como lo hicieron ante León en el choque de vuelta de la final del Torneo Clausura 2007.
Más con ganas que con idea buscaron llegar al arco de Jorge Villalpando, pero les costó trabajo superar a la zaga “camotera”. No obstante, la actitud consentidora de los locales le puso dramatismo al final, porque el brasileño Lucas Silva puso el juego 3-2, y amenazó con mandar el juego a tiempos extras, al minuto 86.
Los aficionados de La Franja, quienes hicieron una gran entrada, al grado que se notó un claro sobrecupo en las gradas del inmueble, querían meterse a la cancha para despejar cualquier balón que llegaba del otro equipo. El árbitro del partido fue Armando Archundia Téllez, cuya labor fue regular. Mostró tarjetas preventivas al brasileño Lucas Silva y Tomás Banda, por Dorados.
Recibe Puebla trofeo de campeón arropado por su fiel afición.
El trofeo que los acredita como campeones y equipo de la Primera División Nacional del futbol mexicano, recibido por el argentino Jorge Damián Zamogilny, coronó la celebración de los poblanos en el Estadio Cuauhtémoc.
Y es que antes del silbatazo final y ante la presión del equipo de Sinaloa de lograr el empate global, la afición local ya festejaba el pase al máximo circuito con cánticos, brincos y llanto.
Esta emoción se trasladó al terreno de juego, tras la conclusión del partido con los abrazos de felicitación y el rostro bañado en llanto de los jugadores del equipo de La Franja por lo conseguido.
Y en el terreno de juego comenzó la apoteósica celebración con un Emilio Maurer abrazado por la emoción y comenzó a dar la vuelta olímpica con el cabello pintado de azul y una franja blanca de la frente a la nuca con los colores poblanos que le valieron el reconocimiento de los aficionados.
"Somos de Primera", "sí se pudo, sí se pudo" e incluso un "gracias Maurer, gracias Maurer" emitieron unos felices aficionados por haber logrado el ascenso que se vio coronado por una serie de explosiones de juegos pirotécnicos preparados previamente.
Pero el momento cumbre fue cuando Zamogilny en calidad de capitán del conjunto de La Franja recibió el trofeo de campeones de ascenso y entonces vino otra explosión, pero esta de júbilo por parte de los aficionados que hicieron sobrecupo en el Estadio Cuauhtémoc.
Y de nuevo la vuelta olímpica, ahora sí con trofeo en mano por parte de Zamogilny, que de esa forma agradecían a su fiel afición un año de constante apoyo para ver coronado por fin ese esfuerzo con el ascenso a la Primera División Nacional.