desde la imposición en 2000 del PRIAN-Yunque y la nueva invasión española eminentemente franquista e intervencionista (Aznar y Solá, los bancos, el favoritismo), las ciudades del país cambian de nombre y la mochería inquisitorial florece como en la época colonial. La capital del priista Estado de Campeche se llama San Francisco de Campeche. La mayoría no ha hecho caso del rebautizo, pero en los documentos oficiales puede leerse: “En la ciudad y puerto de San Francisco de Campeche, Capital del Estado de Campeche, Estados Unidos Mexicanos …”.
Así inicia por cierto la denuncia del abogado Enrique Javier Cruz Romero y de Juan de Dios Castillo Cervera quienes representan a vecinos del barrio de Santa Lucía en donde el Virrey de México, Juan Camilo Mouriño quiere a fuerza construir una enésima gasolinera a la que se oponen terminantemente los dichos vecinos. Mouriño tiene ya más de 40 gasolineras en los 3 estados peninsulares. Les pone nombres mayas adulterados, además de ser un verdadero esclavista para sus empleados.
Quiere tener muchas más ¿para rentarlas a las compañías internacionales que entren ahora que su amigo entregue el petróleo? Ambos demandantes fueron agredidos por elementos del Estado Mayor Presidencial, oriundos del DF, que custodian permanentemente la Villa Geli, el “Versalles” del Virrey, ubicado en el poblado de Imi que pretende Mouriño comprar en su totalidad y por el que impide la circulación.
La propiedad cuenta con campo de golf, caballos pura sangre, alberca, monitoreo de cámaras en todas las áreas, un macroescenario, según fotografías del reportero Juan Herrera de La Tribuna de Campeche. Lo descrito recuerda aquella villa de Las Mendocinas en Puebla de los Salinas brothers.
A Villa Geli se dirigían los denunciantes en compañía de un reportero fuereño que quería hacer un reportaje sobre la escandalosa fortuna de Mouriño, cuando cruzaron a una camioneta Trail Blazer en la que viajaba el jefe de la Oficina de la Presidencia, el propio Juan Camilo quien al verlos, movilizó a cinco elementos del Estado Mayor, un general de División, un teniente coronel y tres escoltas presidenciales. Estos elementos bajaron violentamente a los futuros denunciantes de su vehículo y los amagaron con armas de fuego de alto calibre. Las víctimas de la brutalidad de esos especiales militares argumentaron que no estaban violando ninguna ley y el abogado mencionado les sacó una copia de la Constitución y esta fue la respuesta textual de los militares: “Esa ch... nos la pasamos por los h..., en este país, entienda, abogado, la ley somos nosotros y si queremos los desaparecemos ahorita…”.
Tras destrozar el celular del hoy demandante, los hombres del Virrey cambiaron de táctica: Ofrecieron 20 mil pesos a cada uno y prometieron darles posteriormente 422 mil pesos para olvidar el malentendido, instando al abogado a aceptarlos por su bien o dijo el aparente general: “Le podemos partir la m... en el instante que querramos con todo y su Constitución”. ¿Es ése el México Seguro de Calderón? ¿ Es tal su pregonado respeto a la libertad de prensa?
El segundo hombre más poderoso del país por la gracia de Felipe, Iván El Terrible, al que Zermeño, debe también su puesto de Embajador en España, ya que no sólo abrió la puerta trasera de la Cámara de Diputados el primero de diciembre de 2006, como se ha dicho en este espacio, sino que fue el cupido que presentó a ambos amigos, tiene poderes excesivos, como el de repartir puestos de Gobierno, el de designar a todos los titulares de Delegaciones Federales en el país, por ejemplo a Ignacio Loyola Vera, al que le dio la titularidad de Profepa, Procuraduría Federal del Medio Ambiente.
Se trata de aquel panista que se puso un sueldo de 400 mil pesos al mes cuando era gobernador de Querétaro en tiempos de Vicente Fox. Ganaba más Loyola que el mismo presidente de la República. Precisamente acaba de estar este cínico y peligroso panista en Campeche para certificar que no hacen daño las obras que inversionistas -se dice que relacionados con la Corona española- están realizando en la confluencia del río Champotón y el Golfo de México, para la realización de hoteles españoles como los de Cancún, que por cierto no pagan el fantástico financiamiento que han recibido de diversos gobiernos de México.
Esa certificación o visto bueno de Loyola, es un crimen contra el planeta. Si fuera elementalmente decente hubiera debido detener la devastación de los manglares indispensables para el equilibrio ecológico de la región. Lo que se está haciendo en la península de Yucatán so pretexto de turismo, es increíble.
Si ve ud el canal Discovery sabrá que hay buzos internacionales estudiando el sistema de cenotes y ríos subterráneos, hasta llegar a las playas. Uno de estos buzos denunció que en la Riviera Maya de pronto se encontró dentro de un cenote con la perforación de enormes cimientos de un nuevo hotel; ¿dentro de un cenote? ¿Por qué no investiga Loyola desde Santiago de Querétaro o donde rayos viva?
Y hablando de tartufos… pronto el país volverá a llamarse la Renueva España. También a la totalidad de la bahía de Acapulco pretenden los curas imponerle el nombre de Bahía de Santa Lucía, porque a un rinconcito de la misma (el actual Club de Yates) así le puso x marinero español porque llegó el día de la santa. ¡Y quien sabe cuántas otras ciudades han sido rebautizadas!
Dentro de este grotesco proceso de involución que sufre México, hay que anotar que en Campeche se inauguró una nueva universidad de los Legionarios de Cristo, la UNID, Universidad Interamericana para el Desarrollo. Acompañando a las autoridades civiles campechanas y al obispo de Campeche, dio el banderazo Rodolfo Mayagoitia, director territorial de los Legionarios de Cristo, sí los del fundador pederasta Marcial Maciel, al que regañó y nada más el Papa Ratzinger, pero al que protegió siempre Juan Pablo II.
En este Campeche de tanto golpe de pecho, cuya aristocracia la constituyen los Caballeros de Colón, no es pues extraño que se den casos escandalosos como el de un peluquero de nombre Amador, violador de niños y conseguidor de todo tipo “de carne” para los políticos. El adolorido padre de un chico de 15 años, una de las numerosas víctimas de este individuo al que parece proteger hasta el presidente del Tribunal Superior de Justicia, licenciado José Ángel Paredes Echeverría, le hace un llamado a Lydia Cacho para que incluya a Campeche en su valiente combate a la pederastia.
¿Anecdótico todo esto? Significativo también del retroceso de México bajo el degenere panista, sobre todo cuando otras sectas bíblicas como los “nuevos cristianos”, a los que por cierto pertenece George W. Bush, haciendo caso omiso de la Constitución que garantiza a los mexicanos un Estado laico, han llegado a quemar libros ¡qué desagradan a Dios!
Pero también hay buenas noticias de Campeche, que en su calidad de Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, está siendo muy hermoso y sabiamente remozado: las casas coloniales recuperan colores encantadores, la araña de cables se está ocultando y las calles volverán a adoquinarse, en la muy bella y amurallada capital del estado cuyos litorales producen actualmente el mayor porcentaje de petróleo mexicano, con el famoso pozo Cantarell proveedor del 60 por ciento de la producción nacional, que está disminuyendo como es lógico, pero que será reemplazado por otros según expertos que no son los funcionarios neoliberales interesados en crear un falso panorama, para entregar cuanto antes a Pemex a Mr. Greenspan.
Especialistas mexicanos, altamente calificados como el ingeniero Ocampo, no están preocupados. Petróleo hay y mucho. Así que ojo, mexicanos, no hagan caso del catastrofismo. Sólo quieren asustar a los mexicanos patriotas para que otorguen el anhelado permiso neoliberal de la entrega a Pemex. De esto y de la Isla del Carmen, la Isla del Tesoro, a la que visité de nueva cuenta, hablaremos próximamente. Mientras, démosle la bienvenida a la Asociación Civil “Género y Equilibrio” cuya presidenta es la Maestra Gladys Ezaeta. Algo indispensable contra la involución de Campeche.
Enhorabuena.
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