México se impuso ayer a Panamá por 9 a 0 y de ganar hoy a Venezuela estará en la semifinal del beisbol de los Juegos Panamericanos. (AP)
RÍO DE JANEIRO, Brasil.- Jorge Campillo pintó de blanco a la novena de Panamá y recibió un gran respaldo ofensivo al ganar la Selección de México 9-0 para estar cerca de calificar a las semifinales del torneo de beisbol de los Juegos Panamericanos Río de Janeiro 2007.
México quedó con marca de 1-1 y un partido aún por definir, hoy martes ante Venezuela, el cual fue suspendido con la pizarra 2-2 al término del noveno inning debido a problemas de iluminación en uno de los dos campos instalados temporalmente.
Panamá finalizó la primera ronda con 2-1 y debe esperar la definición de ese choque, así como el de Cuba y Venezuela. En el caso que haya empates, la clasificación se determinará de acuerdo al porcentaje de carreras permitidas, lo cual deja a los panameños en serios aprietos tras sufrir la paliza.
La victoria mexicana se cristalizó en buena parte por el gran trabajo del derecho Campillo en la lomita. El abridor, armado de una buena curva, un lanzamiento de tenedor y velocidad, neutralizó totalmente la ofensiva panameña. Por otro lado, recibió el bateo oportuno de sus compañeros.
Luego de un duelo de serpentinas en los dos primeros innings, México castigó al abridor panameño Rolando Herrera con cinco incogibles y tres carreras en la apertura del tercero. Un hit de Efrén Espinoza remolcó a Luis Mauricio Suárez y Benjamín Gil, quienes habían abierto con imparables. Luego, Iván Terrazas remolcó la tercera con un doblete. Herrera fue relevado por Miguel Gómez y México anotó la cuarta en el sexto mediante un jonrón con dos outs del designado Luis Mauricio Suárez ante el derecho Gómez.
Los mexicanos sacudieron fuerte a Gómez en el episodio siguiente y fabricaron un racimo de cinco carreras, gracias a un sencillo de Karim García que impulsó dos, un error del camarero Avelino Asprilla a roletazo de Luis Alfonso García que produjo otra rayita, y un hit de Benjamín Gil que trajo dos más.
El pitcher derecho Jorge Campillo, que tiró toda la distancia y permitió sólo tres imparables, se acreditó la victoria. Herrera, quien lanzó dos entradas y un tercio cargó con la derrota al recibir tres carreras y cinco incogibles.
Carreras por entradas
MÉX 000 301 500 - 9 13 0
PAN 000 000 000 - 0 3 1
LLEGA LA CUARTA MEDALLA DE ORO
Erick Gálvez no pudo tener un mejor debut en los Juegos Panamericanos y ayer ayudó a que la racha de medallas de oro para la delegación mexicana continuara en el tercer día de actividades, después de coronarse en el torneo de singles varonil de squash, al derrotar 9-0, 9-4 y 9-7 al estadounidense Julian Illingworth.
“Fue un partido apretado, el marcador no refleja lo que fue el partido, me sentí muy bien, peleando todas las pelotas y estoy muy contento de ganar esta medalla de oro para México”, comentó Gálvez al finalizar el certamen, el cual conquistó sin perder un solo set. “Me sentí sólido durante todo el torneo, ahora estoy muy contento por el resultado obtenido y por ser campeón continental”, agregó.
De esta forma, Gálvez Sánchez puso su nombre al lado de Alejandra Gaal, Carolina Valencia e Iridia Salazar, para darle a México la cuarta presea áurea en lo que va de los Juegos Panamericanos.
“Tuve una muy buena preparación, estuve trabajando duro y aunque me lesioné hace un par de meses en la pierna derecha, me logré recuperar al cien por ciento y por fortuna llegó el oro”, señaló la raqueta de 23 años de edad.
Después de varios cambios en los primeros puntos disputados, el poblano tomó la batuta del encuentro para llevarse el parcial inicial con un claro 9-0, lo que marcó un buen presagio para su causa, de lo que sería el resto del encuentro.
Ya en el segundo set, Illingworth intentó recortar la distancia respecto al mexicano, y si bien hizo pasar mayores apuros a Gálvez, no fueron los suficientes para ganar la manga, que finalmente fue para el mexicano, quien cada vez estaba más cerca de la medalla de oro panamericana.
“La bola estaba resbalando mucho y el tercer set en verdad que fue apretado, pero venía con la decisión de dejar todo adentro”, confesó Gálvez.