Familiares de colombianos secuestrados por las FARC marcharon ayer con camisetas blancas y carteles, hasta la catedral primada de Bogotá, para exigir la libertad de todos los que permanecen como rehenes de la guerrilla y el intercambio humanitario. (EFE)
El suboficial Manuel Antonio Calderón Barragán, de la dotación del comando del Ejército, fue detenido por tener nexos con los jefes del frente 43 de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), publicó ayer el diario El Tiempo.
El suboficial, de 29 años y quien es uno de los 15 hombres más cercanos al jefe del frente 43, Gener García (alias Jhon40) , fue capturado esta semana por la agentes de inteligencia, junto a otros colaboradores del las FARC, afirmó el periódico.
El sargento Calderón Barragán tenía una oficina en el segundo piso del comando central del Ejército de Colombia y se reunía en forma periódica con el jefe del frente 43 de las FARC, quien está pedido en extradición por Estados Unidos, para definir compras de armas.
El diario logró establecer que el militar, con ocho años de servicio, pasó por el Batallón de Policía Militar 15 y el Comando Específico de Oriente, en Vichada.
El suboficial deberá responder por los cargos de rebelión y concierto de delinquir, lo que supondría una condena superior a los 40 años de cárcel.
El sargento tenía acceso a las hojas de vida del personal del Ejército, y según el proceso en su contra, era el encargado de la compra de granadas, munición y armas cortas y largas para el frente 43.
En junio pasado organismos de seguridad descubrieron en la misma oficina del comando del Ejército una red de infiltrados del poderoso cartel del Norte del Valle.
Preocupan a Uribe ‘consejos’ a guerrilla
El presidente colombiano, Álvaro Uribe, dijo ayer que políticos nacionales y extranjeros aconsejan a las FARC para no aceptar “la zona de encuentro” que propuso su Gobierno para definir la puesta en libertad de secuestrados por esa guerrilla.
Durante la clausura de la XIV Reunión del Círculo de Montevideo, que se cumplió en la ciudad de Medellín (noroeste), Uribe aseguró que le preocupan “algunos políticos nacionales e internacionales que le recomiendan a las FARC que no acepte (la zona de encuentro)”.
Indicó que, según informaciones en poder del Estado, otros políticos le recomiendan a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), liberar a uno de los tres estadounidenses secuestrados.
Explicó que con esta maniobra las FARC presionarían para que el Gobierno colombiano despejara las poblaciones de Pradera y Florida, en el departamento del Valle del Cauca (suroeste), uno de los “inamovibles” del jefe de Estado.
Uribe sostuvo que las informaciones recibidas sobre este tema “lo afligen muchísimo” y afirmó que todo eso va en contravía de la solución humanitaria.
Asimismo, reiteró que en este tema de la búsqueda de la liberación de los secuestrados su Gobierno acepta todo el apoyo “de buena fe”.
Recordó que esa zona debe estar en una región rural, despoblada, con una extensión de 150 kilómetros, sin puestos de Policía ni Ejército, con observadores internacionales.
En esa área, a la que se le ha previsto una vigencia de 30 días, las personas deben permanecer desarmadas.
“Reunir esos requisitos en Colombia es muy fácil. Yo no iba a proponer una cosa que fuera imposible de aceptar. Primera vez que lo digo: el país está lleno de zonas que reunirían esos requisitos”, explicó el mandatario.