El secretario de Salud, José Ángel Córdova Villalobos, festejó con las enfermeras el Día de la Madre con un pastel. (El Universal)
El secretario de Salud, José Ángel Córdova Villalobos, advirtió que si un médico practica un aborto (voluntario) en instituciones federales de Salud incurren en un delito, penalizado con la privación de la libertad, sanciones económicas y la suspensión de su ejercicio profesional.
Recordó que si una persona que acude a un hospital federal con el deseo interrumpir su embarazo antes de las primeras 12 semanas será conminada, como lo marca la Ley que aprobó la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, a que acuda a una de las instituciones del sistema de salud capitalino porque ahí si se despenalizó.
“Para los médicos, el Código Penal Federal establece, sanciones como de la privación de la libertad, sanciones económicas e incluye la suspensión del ejercicio de la profesión que dependiendo de las circunstancias en que se realice puede ser de varios años”, explicó el funcionario luego de participar en la reinauguración del Hospital de la Mujer de esta capital.
Córdova Villalobos precisó que los hospitales adscritos a la Secretaría de Salud federal atienden unos 400 mil abortos al año en todo el país, pero aclaró:
“No hay que confundir, aborto es la expulsión del producto (...) muchas mujeres llegan en un proceso de evolución del aborto y se les atiende. Pero interrupción voluntaria del embarazo es otra cosa, en esos casos si está penalizado por la Ley federal, no por la Ley local”, aclaró. Antes, el secretario de Salud aseguró uno de los retos en materia de salud para las mujeres es fomentar una vida sin violencia intrafamiliar y sin discriminación a fin de construir una cultura de igualdad.
En ese sentido, reconoció que el Gobierno Federal no ha podido disminuir los índices de mortandad materna. “Tenemos el compromiso de reducir las muertes maternas a uno más de 35 por 100 mil nacimientos, a diferencia de las 61 decesos que tuvimos en 2006”, dijo.
Por otra parte, Córdova Villalobos se manifestó en favor de las iniciativas de Ley que se discuten en las Cámaras de Diputados y Senadores, para que un enfermo terminal pueda decir si continúa o no con sus tratamientos médicos.
“Estas iniciativas son muy válidas, no se vale el encarnizamiento terapéutico. Es muy cuestionable tratar de mantener una persona con vida por todos los medios”, consideró.
Indicó que la mayoría de las propuestas legislativas no se refiere precisamente a la eutanasia, sino a “voluntades anticipadas” que consisten que un enfermo pueda decir en un momento dado que no se le practiquen intervenciones extraordinarias.
“Hay otras como la del senador Pablo Gómez (PRD), en relación a que una persona pueda rechazar un tratamiento médico con fines curativos cuando sabe que ya no tiene remedio; (esto es) que no le den quimioterapia cuando sabe que su esperanza de vida es menor a seis meses”, ejemplificó.
El funcionario rechazó además que la legalización de las drogas sea una propuesta aceptable para controlar su consumo.
Mencionó que hace seis meses se reunió con el secretario de salud de Holanda, quien le comentó que en ese país están dando marcha atrás a la permisividad y legalidad de las drogas, porque vieron que en vez de reducir el consumo, éste ha ido en aumento.
‘Quiero olvidar y que me olviden’
Martha, la joven estudiante de medicina de la UNAM, ya abortó.
Con su decisión, se convirtió en una de las primeras mujeres del DF que interrumpieron su embarazo antes de las 12 semanas de gestación, como lo prevé la reforma al Código Penal aprobada el 24 de abril por la Asamblea Legislativa.
“No me siento del todo bien, estoy en proceso de asimilar lo que pasó; pero no tengo remordimientos. Sé que hice lo correcto para continuar con mis estudios y planear una familia para el futuro. Ahora, lo que quiero es olvidar”, dijo ayer vía telefónica.
La mujer de 23 años confió que los médicos del Hospital Rubén Leñero -donde el 27 de abril inició el procedimiento para interrumpir su embarazo no deseado- la trataron bien, aunque se sintió juzgada.
“Me ofrecieron ayuda sicológica desde ayer, después del procedimiento, pero pedí que me dieran tiempo. Necesito agarrar el ritmo de mis actividades normales, continuar viviendo.
“Quiero olvidar esta etapa de mi vida porque es muy dolorosa, contrario a lo que pudiera pensar mucha gente.
“Quiero decirle a los médicos que gracias, pero que no juzguen a quien solicite un embarazo, yo me sentí juzgada, un poco apenada, pero saldré adelante”, comentó.
Martha mencionó, sin especificar, que del Rubén Leñero la canalizaron, desde el pasado sábado, a otro nosocomio de la Secretaría de Salud del GDF para programarle un legrado.
La cita fue a las 10:00 horas del lunes y salió del nosocomio, sola como llegó, alrededor de las 17 horas.
“Son detalles que quiero reservarme. Yo le digo a la gente que acepté que se hablara de mi caso porque puede servir de ejemplo para otras jóvenes.
“Al Gobierno le digo que invierta en educación sexual, en prevención. Yo ahora sólo quiero olvidar y que me olviden”, enfatizó.
¿Y tu pareja?, se le preguntó.
La estudiante de tercer año de la Facultad de Medicina de la UNAM no respondió y luego de un silencio prolongado afirmó:
“El problema lo enfrenté yo sola. Él se alejó y no me quedó de otra mas que enfrentar mi problema sola. Yo deseo que le vaya bien y que la experiencia nos sirva a ambos”.
