Advierten que Cristina Kirchner, esposa del residente de Argentina, carecerá de un escenario favorable en el cual el electorado les permite a los mandatarios recién electos cierto tiempo para instalarse en el poder y empezar a producir los cambios. (Archivo)
Deberá la primera dama afrontar varios problemas apenas juramente como mandataria argentina mañana lunes; advierten que debe mostrar que hay ‘voluntad de cambio’.
La entrante presidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner, quien asumirá el cargo mañana , carecerá del “periodo de gracia” que tienen otros mandatarios latinoamericanos, afirmó el analista Fabián Perechodnik.
El también director de la encuestadora Poliarquía Consultores dijo que Fernández deberá afrontar varios problemas apenas juramente como mandataria argentina en reemplazo de su esposo Néstor Kirchner.
Sostuvo que la ex senadora “en esto no va a tener el periodo de gracia que tienen en general los presidentes de la región” tras ganar las elecciones y comenzar un nuevo Gobierno.
Advirtió que la esposa del presidente Kirchner carecerá de un escenario favorable en el cual el electorado les permite a los mandatarios recién electos cierto tiempo para instalarse en el poder y empezar a producir los cambios.
“Cristina Fernández de Kirchner va a tener que resolver rápidamente los problemas (que reciba) o tomar medidas que muestren que hay una voluntad de cambio” tras la gestión de cuatro años y medio de su esposo, precisó Perechodnik.
“Ella va a tener que resolver todos los problemas que el presidente Kirchner no ha resuelto, temas de inflación, temas de seguridad y crisis energética”, abundó.
La gestión de Kirchner enfrentó crecientes presiones inflacionarias y, de acuerdo con analistas económicos, el Gobierno ha ocultado las cifras reales en el alza del costo de la vida, lo cual ha generado descontento entre la población.
El saliente jefe de Estado tampoco logró resolver las demandas ciudadanas sobre el clima de inseguridad y en materia energética corre el riesgo de afrontar un desabasto por la decreciente producción de gas natural.
Perechodnik consideró además que una de las razones del claro triunfo de la primera dama del país en los comicios presidenciales de octubre pasado es que los electores votaron “por la continuidad de Néstor Kirchner”.
La elección de la ex senadora por la estratégica provincia de Buenos Aires representó “una especie de reelección”, en la que sólo cambió el nombre del presidente, pero seguirá la misma estrategia de Gobierno, de acuerdo con el analista político.
El director de Poliarquía Consultores consideró que en el Gobierno a cargo de la actual primera dama “habría un cambio de estilo y un cambio en las formas, pero en políticas de fondo no habría grandes modificaciones” a la línea aplicada durante los últimos cuatro años.
“Las políticas de fondo van a ser muy similares, con cambios muy graduales, pero de cualquier manera Cristina Fernández va a tener un estilo muy diferente de presentación pública y de presentación internacional al que ha tenido el presidente Kirchner”, apuntó.
POLÍTICA EXTERIOR SANA
El nuevo Gobierno argentino tendrá al menos durante un tiempo un frente externo estable, con un puñado de temas calientes y sólo dos conflictos tensos.
La semana que viene, Cristina Fernández heredará el viejo conflicto sin resolver con Gran Bretaña por las Islas Malvinas, y con Chile la desventura de relaciones trágicas en invierno, cuando Buenos Aires le reduce el abasto de gas para garantizar la demanda interna.
Pero también deja sobre la mesa temas calientes como el diferendo irresuelto por Uruguay por la pastera fronteriza, y una tensión creciente con Teherán por el atentado en 1994 contra la mutual israelita AMIA, que causó 85 muertos.
En La Haya se tramita la demanda argentina contra Montevideo por la supuesta violación de un tratado bilateral que asume la soberanía compartida del Río Uruguay, sobre el que se asentó la pastera finlandesa Botnia, y que abrió una grieta profunda entre ambos países.
Imagen positiva
Cristina Fernández, la primera mujer elegida, y la segunda en ocupar la Presidencia de Argentina, asumirá mañana el Gobierno.
*La primera dama llega al Gobierno con una imagen positiva del 62 por ciento.
*Fernández, de 54 años, llega a la cima de su carrera política con una trayectoria de dos décadas que supo construir a fuerza de una destacada labor legislativa y una fuerte vocación de poder.
*Su trayectoria parlamentaria, combinada con un alto perfil de exposición pública, le valió a Fernández ser más conocida que su esposo cuando éste comenzó a perfilarse en 2002 como posible aspirante a la Presidencia, a la que finalmente accedió en mayo de 2003.
*Cristina se caracteriza por un carácter fuerte, pero ella asegura que no es “tan terrible” como parece y que tiene “muy buen humor”, aunque admite ser “enérgica y obsesiva” en el trabajo.
* El 28 de octubre pasado Fernández se impuso en las urnas con un contundente 45.29 por ciento de los votos, 22 puntos por encima del segundo más votado, Elisa Carrió, de la centro-izquierdista Coalición Cívica.
Cristina gobernará ‘mucho mejor’: Néstor Kirchner
El presidente Néstor Kirchner aseguró ayer que su esposa Cristina Fernández, quien lo sucederá en el cargo a partir del lunes, hará un Gobierno “mucho mejor” que el suyo y sostuvo que él no interferirá en sus decisiones.
“El Gobierno que viene va a ser mucho mejor que el que se va”, dijo Kirchner, “Haría muy mal yo en interferir, en lo que sea, en la tarea del próximo Gobierno”, respondió sobre una posible intervención en la gestión de su esposa. “Ella sabe lo que tiene que hacer y cuando me pregunte, contestaré”, añadió.
El mandatario saliente repasó los logros de su gestión iniciada en 2003 y sostuvo que, al igual que cada Gobierno que llega a su fin, dejará “asignaturas pendientes”.
“A Cristina la espera una dura tarea”, advirtió.
Cuando asumió en mayo de 2003 “estábamos en el infierno, en recesión y ahora ha bajado la pobreza, la indigencia y estamos creciendo cerca del 50%, algo inédito. Le entrego a Cristina un país casi normal”, destacó.
Kirchner también explicó por qué, pese a su alta popularidad y al éxito de su plan económico -la economía ha crecido por encima del 8% anual en los últimos cuatro años, el desempleo y la pobreza se han reducido ostensiblemente y la inversión ha aumentado, aunque también lo ha hecho la inflación- decidió cederle protagonismo a la senadora Fernández.
“Creo que le hace muy bien al país la oportunidad del cambio. El cambio oxigena fuertemente las decisiones”, dijo. Momentos antes había pronunciado la palabra “alternancia”, pero rápidamente la sustituyó por “cambio”.
No son pocos los analistas y detractores que creen que en la designación de su esposa como sucesora el matrimonio presidencial encontró el mecanismo para alternarse en el poder y sucederse en la Presidencia durante varios años, evitando el natural desgaste que sufre el mandato presidencial tras una reelección. La Constitución argentina sólo permite una reelección consecutiva.