La organización católica de ayuda humanitaria Cáritas pidió hoy ayuda a la comunidad internacional para recolectar unos 11 millones de dólares para atender las necesidades de los damnificados del sismo en Perú.
La encargada de prensa del organismo de la Iglesia Católica, Jean Kronner, dijo que el dinero será destinado a la atención de emergencia alimentaria y sanitaria de miles de afectados, así como en labores de rehabilitación.
'Cáritas de cada país, en este caso de Perú, nos indica los recursos que se requieren para cada caso y nosotros enviamos la información a todas las organizaciones nacionales de la federación internacional que se coordina desde Roma', explicó.
Cáritas Internacional es una confederación de 162 organizaciones católicas de asistencia, desarrollo y servicio social, presente en más de 200 países y dependiente del Estado Vaticano.
Kronner agregó que el departamento de emergencia también se dedica a dar seguimiento a la llegada de los apoyos económicos, y estos se canalizan a diversas cuentas bancarias tanto en el país sudamericano como en Italia.
Según los datos de la ficha técnica de la alerta internacional el proyecto de apoyo a los damnificados del sismo de 7.5 grados en la escala de Richter, que afectó el sur de Perú el 15 de agosto pasado, tendrá una duración de nueve meses, de agosto de 2007 a mayo de 2008.
Se considera la acción de los voluntarios de Cáritas en tres fases distintas: 'respuesta rápida o emergencia', 'recuperación temprana' además de 'recuperación y rehabilitación'.
Los sectores que se atenderán con la ayuda solicitada son: agua, promoción sanitaria e higiene, seguridad alimentaria, nutrición, refugio, elementos no alimentarios, servicios de salud y educación, así como la distribución de materiales para construcción.
El proyecto de ayuda se llevará a cabo en las localidades de Cañete, Ica, Chincha y Pisco, las más afectadas por el terremoto y en las cuales se estima que hay al menos 30 mil familias afectadas.
Cáritas se comprometió a atender a unas 50 mil personas, quienes en su mayoría ya están siendo atendidas por el organismo católico, y ha distribuido hasta el momento, alimentos, agua, ropa, cobertores, medicinas, entre otras necesidades.