La nueva carroza será un regalo para Isabel II.
La carroza real Britannia, que incorpora mil años de historia, está siendo sometida a los últimos retoques en Australia, antes de su traslado al Reino Unido como regalo de la antigua colonia inglesa a la reina Isabel II.
Diseñada por Jim Frecklington, la nueva incorporación a la flota real británica contiene una viga del "HMS Victory", el buque insignia del almirante Nelson; madera de las catedrales de Saint Paul's, Canterbury, Wells y York, y fragmentos del buque de Enrique VII "The Mary Rose".
La carroza, que algún día quizás transporte al príncipe de Gales hasta la abadía de Westminster para su coronación, es una cápsula del tiempo construida con elementos épicos, que se realizó en tres años y costó fabricarla 620 mil libras (más de 900 mil euros).
Supervisado por el príncipe Felipe de Edimburgo, el esposo de la Reina, el carruaje se convertirá en el segundo en formar parte del garaje del palacio real británico en los últimos cien años.
Un equipo de seis caballos será necesario para tirar de las 2.75 toneladas y los más de seis metros del carruaje, que, construido con los materiales más selectos, consigue recrear los suntuosos vehículos de transporte clásico de la realeza, con la comodidad que aporta la tecnología del siglo XXI.
Ventanas eléctricas, suspensión hidráulica y sistema de calefacción se combinan con un interior elaborado con 20 metros de tapicería de seda, pinturas de la artista Paula Church y techo esculpido con una corona dorada realizada por OH Boyd.
