El continuo uso del transporte urbano provoca que éste se desgaste en pocos años, pues las unidades recorren en promedio entre 140 a 160 kilómetros diarios.
El Siglo de Durango
En un círculo vicioso del que aún no se puede salir se encuentra el sistema del transporte urbano en Durango. Por lo menos en seis rutas urbanas las unidades ya cumplieron su vida útil; por supuesto, éstas tienen serios problemas mecánicos y contaminan el medio ambiente, pero no hay suficiente dinero para renovar el parque vehicular en general, de tal modo que su modernización aún tardará algunos años más.
Toda la problemática que se encuentra alrededor del transporte urbano se resume en escasos recursos económicos para todo, pero que se debe a muchos factores que provienen de distintas líneas de acción que pueden sintetizarse en: Falta de sistematización de las organizaciones sindicales choferiles en la prestación de su servicio, en que algunas rutas no son redituables, en la excesiva cantidad de ecotaxis, y en las bajas posibilidades de los usuarios en pagar más por un mejor servicio.
En la ciudad de Durango urge ya una nueva modalidad en el transporte urbano, un transporte moderno, digno, en buenas condiciones mecánicas, con choferes que se encuentren a la altura en el trato a los usuarios y en su forma de conducir, pero existen muchas barreras difíciles de vencer.
Los usuarios por su parte demandan tarifas accesibles, baratas, sobre todo los grupos vulnerables, que según la Ley de Transportes son los estudiantes, personas con capacidades diferentes y de la tercera edad, pero existen muchos problemas que se encuentran alrededor del transporte público.
SATURACIÓN
Según Carlos Burciaga Rosales, titular de la Dirección General de Transportes del Estado (DGTE), en la ciudad de Durango dan el servicio a la ciudad 520 unidades que se dividen en autobuses, microbuses y por lo menos diez combis, además de los tres mil 600 ecotaxis que diariamente circulan por la urbe.
Si bien en lo que se refiere a autobuses y microbuses no existe una saturación del transporte urbano, indica la DGTE, pero en ecotaxis la situación es diferente. Los estándares de número de ecotaxis por cada mil habitantes marcan la norma de 4.5, pero en la ciudad de Durango se tienen ocho y en La Laguna el número alcanza hasta diez unidades.
De este modo, la oferta supera a la demanda; sin embargo, lo anterior también obedece a un tratamiento hipotéticamente corrupto que se dio durante el sexenio pasado, pues Carlos Burciaga asegura que en esta administración no se ha dado un solo permiso más en ecotaxis, en lo que se refiere a la ciudad de Durango.
Debido a esta hipótesis, ya que para haber autorizado cientos o miles de ecotaxis se requirieron estudios de factibilidad, se le preguntó a Carlos Burciaga su opinión en el sentido de la supuesta existencia de personas que tienen más de cuatro concesiones o permisos, y que ven lo anterior como un negocio, y el porqué no se ha hecho nada al respecto.
Burciaga Rosales dijo que esta administración se ha preocupado más bien por tratar lo que ya se tiene en el presente y no voltear hacia atrás, “por la sencilla razón de que es muy complicado”.
En este sentido, existe un padrón de concesiones y permisos con nombre y apellido, pero que a decir de Carlos Burciaga sólo se utiliza como banco de datos en caso de no dar más concesiones a personas que ya tienen, para que no se exceda a lo que marca la ley, la cual estipula que una persona no puede tener más de tres, llámese de autobús, ecotaxi o de carga, por ejemplo.
En este contexto, la DGTE prefiere dejar enterrado el pasado y no escarbar para verificar las posibles anomalías que existen al interior del padrón de concesionarios y permisionarios, del que dentro de la “vox pópuli” se dice que hay personas, tanto del Sindicato de Choferes de la Alianza, así como del Sindicato de Choferes de la CTM, que tienen varias concesiones a su nombre o con un prestanombres. Todo esto a pesar de que la ley contempla sanciones al respecto.
Si bien el mercado del transporte se encuentra saturado de alguna forma, existen otros motivos que también inciden en su estancada economía.
Por lo menos seis rutas de autobuses y microbuses, tres de la CTM y tres de la Alianza, tienen servicios en las que sus unidades ya cumplieron su vida útil; sin embargo, durante el día tienen un promedio de servicio cada una de entre 250 a 290 pasajeros, lo que matemáticamente no es redituable para ellos. De este modo es prácticamente imposible renovar el parque vehicular.
Este tipo de unidades ya fueron reparadas del motor, fueron renovadas prácticamente, pero aun así el diario uso y el promedio de 140 a 160 kilómetros diarios que realizan dejan las unidades en poco tiempo nuevamente en mal estado. Lo mismo puede suceder con los modelos recientes, que a pesar de que puedan ser de los años 2005 ó 2006 pueden registrar el mismo problema.
El tercer factor que incide en la apretada economía del sistema del transporte público es que Durango se encuentra en una zona económica de muy bajos ingresos con respecto al salario mínimo, de tal modo que esto se refleja en el poder adquisitivo de los usuarios.
Los usuarios en estos momentos pagan una tarifa de cinco pesos en promedio en las rutas urbanas; sin embargo, los grupos vulnerables desean pagar sólo 2.50 con autobuses y 3.50 en microbuses, que es lo que fue autorizado en este mes de septiembre. En el caso de los estudiantes, éstos son miles y aún están por aprobar el descuento a discapacitados y personas de la tercera edad.
LEYES AMBIGUAS
La aplicación de la ley ahora es muy ambigua, pues hay contrapuntos entre la Ley de Transportes del Estado y la Ley de los Adultos Mayores, según expresa Carlos Burciaga Rosales.
Mientras en el artículo 46 fracción XIV de la primera de las citadas leyes se ordenan los descuentos en las tarifas del transporte en beneficio de los grupos vulnerables, como son estudiantes, personas con capacidades diferentes y adultos mayores, la Ley de Adultos Mayores explica que los descuentos que se originen del transporte urbano deben conseguirse tras un convenio firmado con las organizaciones sindicales, lo que se contrapone a lo anterior.
Por supuesto, las leyes que se están mencionando las hicieron otras legislaturas diferentes a la actual; sin embargo, ninguna reparó en que se confrontaban, lo que ha provocado vacíos legales.
En el caso de los estudiantes, el artículo 46 de referencia es claro: debe aplicarse en los casos en donde los jóvenes exhiban su credencial. En el caso de los adultos mayores y discapacitados, se ordena un descuento según el criterio del chofer, pero se considera que éste no es nadie para valorar a este tipo de personas, por lo que urge en estos momentos la reforma o reformas que se tengan que hacer a las leyes correspondientes.
Rodrigo Victorino Esparza, presidente de la Federación de Estudiantes Técnicos del Estado de Durango (FETED), ha sido uno de los personajes que ha defendido la aplicación de los descuentos en beneficio de los grupos vulnerables.
El líder estudiantil ha exigido al Congreso del Estado la reforma a la Ley de Transportes del Estado, sobre todo en la inclusión de otro tipo de personajes al interior del Consejo Consultivo del Transporte.
La Ley de Transportes del Estado de Durango menciona sólo la inclusión de las organizaciones choferiles y autoridades del Gobierno del Estado, mientras que en otros estados, como Chiapas, Chihuahua, Sinaloa, Coahuila, Sonora, Nuevo León y Zacatecas, por mencionar algunos, contemplan la participación de otras entidades y representaciones.
Según Rodrigo Victorino, el hecho de que se conforme un Consejo Consultivo del Transporte en las condiciones en que se integra en Durango provoca que se tomen decisiones unilaterales e injustificadas. Mientras tanto, en los estados mencionados se incluyen empresarios, cámaras empresariales, autoridades municipales, usuarios y organizaciones de grupos vulnerables.
Por otro lado, se habla del temor de las autoridades gubernamentales en el sentido de presionar a las organizaciones choferiles, pues éstas pueden reaccionar en forma política e incluso recurrir al chantaje, lo que presume que el asunto de las reformas a las leyes pueda tardar mucho más tiempo, aunque lo peor que temen los usuarios es que esto termine sólo en un “carpetazo”.
La municipalización
Aunque apenas han sido lluvias de ideas, la municipalización del transporte urbano ha salido a la luz del día, según el anuncio que hizo el alcalde Jorge Herrera Caldera, quien habló de la posibilidad de establecer metrobuses al servicio de la ciudadanía.
Los metrobuses son medios de transporte público que implican mucho espacio, lo cual no se tiene en la ciudad de Durango; sin embargo, Jorge Fernández Saracho, secretario del Ayuntamiento, amplió un poco más la información sobre el tema.
La realidad es que el asunto de la municipalización es apenas una idea. Jorge Fernández Saracho confesó que para tal efecto se tiene que trabajar en un proyecto. Por lo pronto no se tiene nada, pero por lo menos las ganas sí, para comenzar a platicar con quien se tenga que hacer, añadió.
En este sentido no hay nada en concreto, de tal modo que la idea del metrobús puede desaparecer y posiblemente sólo incluir autobuses, posiblemente con subsidio de los tres niveles de Gobierno, o con la participación de las organizaciones sindicales. Aún no se sabe.
Si bien aún no se tiene nada en concreto, Durango requiere un sistema de transporte urbano más moderno y más funcional; sin embargo, todavía no se tienen las condiciones para ofrecer un sistema más caro y más moderno, como el que se da en Nuevo León, pero en donde su costo es de ocho pesos, por ejemplo.
En este sentido, es muy probable que el retiro de las unidades “chatarra”, la renovación del parque vehicular y la prestación de un mejor servicio tarden todavía algunos años más.
