Foto de archivo de 26 de julio de 2006 del líder cubano Fidel Castro tomada durante su última aparición pública en un acto en la ciudad de Holguín (Cuba). (EFE)
El convaleciente presidente Fidel Castro indicó hoy que Cuba esperará, "siempre en alarma de combate", el derrumbe del sistema en Estados Unidos al referirse a la base naval de Guantánamo, cuya devolución reclama a su rival ideológico.
Castro dijo que Washington mantiene ese enclave militar en el extremo de la isla para "humillar y hacer las cosas sucias que allí tienen lugar", pero "si hay que esperar el derrumbe del sistema, esperaremos. La espera de Cuba será siempre en alarma de combate".
Señaló que La Habana ha adoptado "todas las medidas posibles" para evitar incidentes militares en la base naval de Guantánamo, que Estados Unidos acondiciona para enfrentar una crisis migratoria desde esta nación.
El líder cubano publicó este viernes la cuarta y quinta partes de su Reflexión "El imperio y la isla independiente", que aparecieron desde el martes pasado en los diarios Granma y Juventud Rebelde, y que anunció iban dirigidas a las nuevas generaciones.
En su extenso comentario, el octogenario líder caribeño respondió así al anuncio de Washington de que aumentará la capacidad de recepción de emigrantes ilegales cubanos en ese enclave tras su entrega temporal del poder el 31 de julio de 2006.
Según el gobernante, alejado de sus funciones hace más de un año debido a varias cirugías gastrointestinales, la base "siempre ha estado presente en los planes y operaciones concebidos por Washington para derrocar al gobierno revolucionario".
Castro, de 81 años, se refirió con lujo de detalles a la historia de la base desde la desaparición de la Enmienda Platt en 1934 hasta la actualidad y sostuvo que desde 1959 se convirtió en "foco permanente de amenaza, provocación y violación de la soberanía de Cuba".
La instalación, mantenida desde 1903, ocupa 117.6 kilómetros cuadrados y ahí Estados Unidos construyó en los últimos años una cárcel para presuntos terroristas capturados en Afganistán, que ha sido denunciada en algunos países como centro de torturas.
También a mediados de la década de los años 90 albergó a decenas de miles de balseros de Haití y Cuba, interceptados cuando intentaban llegar por mar a territorio estadounidense en busca de un futuro mejor.
