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GUATEMALA, GUATEMALA.- Dos personas murieron y un millar más fue evacuado de un populoso barrio capitalino, luego que un hundimiento del terreno provocó un gigantesco agujero que se tragó cerca de una decena de casas.
Las autoridades advirtieron que los constantes retumbos que se escuchan en el lugar son evidencia de que podría haber nuevos derrumbes en la zona y que el gigantesco agujero podría ampliarse, llevándose consigo más viviendas. El área, sin embargo, ya fue completamente evacuada.
?Encontramos a Irma Soyos y su hermano David, de 18 y 16 años, muertos en un río de aguas negras donde desemboca el tubo de drenaje que causó el hundimiento?, dijo ayer el vocero de los bomberos municipales, Juan Carlos Bolaños.
El agujero tiene un diámetro de 35 metros y la profundidad sería aún mayor aunque no han podido medirla todavía, informó el jefe de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred), Hugo Hernández.
Pese a que los vecinos del lugar aseguran que en el lugar del hundimiento había una casa grande y vieja donde vivían entre tres y cuatro familias, las autoridades sólo confirman la desaparición de Domingo Soyos, de 53 años, Irma y David Soyos, tres miembros de una de las familias.
La municipalidad habilitó albergues en puntos cercanos para que las familias que fueron retiradas del lugar el jueves por la noche y que no tienen a donde ir.
?Hasta el momento, hay 600 personas en distintos albergues?, dijo Hernández. Aunque la mayoría de los evacuados se fueron a casas de amigos o de familiares, añadió.
El director de Desarrollo Social de la Municipalidad de Guatemala, Álvaro Hugo Rodas, sostuvo que es casi seguro que haya nuevos derrumbes debido a que la tierra debajo de la zona afectada es socavada por la saturación de agua.
?Ya cerramos las llaves de paso de colectores de agua pluvial y de drenajes y esperaremos a que se estabilice la zona antes de bajar a evaluar, pero mientras eso pasa, seguramente se ampliará la boca del agujero?, dijo Rodas.
El hundimiento ocurrió el jueves por la noche en un barrio popular del norte de la capital, que ha sido utilizado por narcotraficantes en los últimos años para distribuir drogas.
?Habíamos escuchado ruidos y sentido los temblores por más de un mes y anoche nos despertamos cuando la casa comenzó a sacudirse?, dijo Edward Ramírez, un poblador de este barrio que alquilaba una vivienda a 50 metros del agujero.
Las autoridades decretaron una zona de seguridad de unos 500 metros de diámetro alrededor del agujero en previsión de nuevos derrumbes. Los fuertes retumbos que se producen al caer toneladas de tierra dentro de la caverna que se formó alrededor del agujero han servido para atemorizar a la población y hacer más rápido la evacuación del barrio.
En la zona hay al menos 900 funcionarios dedicados a labores de evacuación y evaluación del desastre.
Los medios de comunicación locales destacaron que tanto la municipalidad como el Instituto de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insivumeh) sabían de la inestabilidad en el terreno, pero hicieron caso omiso.
?Sabíamos y el Insivumeh incluso colocó un sismógrafo en el lugar, en la municipalidad contratamos un sistema de cámaras robóticas para que entraran al lugar, pero el desastre se adelantó?, dijo Rodas.
De acuerdo con el subgerente de la Empresa Municipal de Agua, Hugo Vázquez, el boquete fue causa de la filtración de agua de un tubo que sirve de desagüe para toda el agua de lluvia y aguas negras del norte de la capital. ?Se había taponado, pero ya quedó liberado y no será necesario dinamitar?, dijo Rodas en una improvisada rueda de prensa en el lugar.
