Ricardo Acosta fue el pianista invitado así como el director David Rahn, que acompañaron a la Camerata en su noveno concierto de Temporada.
POR NIRIA RAMOS MARÍN
EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- Inspiración de niños y jóvenes, y el sueño cumplido en piel ajena de varios adultos: eso fue la presentación de Ricardo Castro en el noveno concierto de la Segunda Serie de la Temporada 2007 de la Camerata de Coahuila. La palabra vulnerabilidad -generalmente adjudicada a los niños- quedó totalmente desterrada del Teatro Nazas cuando un muy joven Acosta se enfrentó a la imponente música de Mozart, a la trayectoria de David Rahn y a la experiencia de la orquesta lagunera.
Aunque se utilizaron micrófonos ambientales no queda ninguna duda de que ya nació un nuevo talento lagunero, y sobre todo, quedó de manifiesto el trabajo de la excelente maestra Mariana Chabukiani que preparó a Ricardo Castro de manera impecable para esta presentación.
Cabe mencionar que Ricardo ya había compartido escenario con la Camerata en dos ocasiones más pero ahora sí aplicó el dicho de que “la tercera es la vencida”, pues después del Adagio y Fuga en do menor, con humildad el solista invitado arribó al escenario, nervioso tomó su banquito y esperó las indicaciones del director.
Así inició el bello Concierto para Piano No.20 en re menor compuesto por tres movimientos totalmente conmovedores, que llevaron al público por una emoción dual en la que se advertían los nervios que probablemente sentiría el solista en medio del escenario, solito arreglándoselas con Mozart y acoplándose a la Camerata de la mano de David Rahn; pero por el otro lado surgía esa sensación triunfal de ver que nace una de las más grandes promesas de los últimos años en esta ciudad.
Y toda ese caleidoscopio de visualizaciones se rompía en mil pedazos cuando el espectador se percataba de que Ricardo Castro no necesita ninguna concesión, sentía cada sonido, lo transmitía y además atinaba cada nota.
Por supuesto que el talento del jovencito Acosta no ha siquiera despegado, apenas inicia, pero definitivamente es uno de los mejores comienzos que se han visto en años en Torreón y el público no miente pues al terminar su interpretación se llevó una sorprendente ovación que duró tantos minutos como para que el pequeño invitado y el director David Rahn volvieran por tres ocasiones la escenario, y a la tercera el director invitó al jovencito a tocar el primer ‘encore’ de su naciente carrera, con el cual hasta intimidó un poquito los oídos de los asistentes pues nadie imaginaba que sus pequeñas manos harían vibrar el piano de esa manera tan especial.
Por lo pronto hay que esperar el concierto final de la orquesta en esta Temporada 2007 a celebrarse el próximo 14 de diciembre a las 8:30 de la noche y será dedicado en homenaje a Ricardo y Lucrecia Santibáñez, ex presidentes del Patronato de la Camerata.