El cese de Darío Franco como director técnico de los Tecos de la Autónoma de Guadalajara lo convierte en el primero que cae en el Apertura 2007. Para nadie es un secreto que los torneos cortos se han convertido en un calvario para los entrenadores, de por sí esclavos de los resultados, obligando a romper el hilo por lo más delgado, siendo el despido la solución expedita a la que llegan la mayoría de los directivos, y los del cuadro tecolote no se han caracterizado precisamente por su paciencia.
Tecos es un cuadro gris, anodino, incapaz siquiera de caer mal, con una dirigencia nepotista y necia que cree, para colmo, que sabe de futbol y con la audacia que otorga la ignorancia pretende regir su club como si la competencia fuera cuestión de hígado y no de planeación concienzuda.
Se va Franco, cuyos números tampoco son como para impresionar a nadie, y ya puede llegar cualquiera, que el hecho es que recibirá un equipo desmotivado, desmantelado y con nula convicción, y además, manejado por el “Cheto” Leaño, quien a sus nulas virtudes como jugador pretende añadir las de promotor, entrenador y propietario.
El nuevo estratega de la Autónoma debe saber que por contrato, la alineación incluirá al susodicho Leaño y diez más, debiendo entregar buenas cuentas a la brevedad o pasará a ser parte de la estadística de un equipo que ha tenido más uniformes y técnicos que años en Primera División y que le exigirán un campeonato pese a haberse deshecho de los servicios de Daniel Ludueña, Hernán Encina y Diego Colotto, sólo por mencionar a los más recientes.
Cayó Darío pero no piense usted que será el único, pues la danza de entrenadores es una constante en nuestro futbol, salvo honrosas excepciones, como el Pachuca, que aguantó un pésimo inicio de Enrique Meza y hoy cosecha el fruto de su paciencia.
Se dice que la fecha doble que se aproxima puede ser la salvación de algunos técnicos que se encuentran en “capilla” pero no descarte usted sorpresas, por ejemplo, en el feudo de Chivas donde se dice que la relación Vergara-Chepo está más desgastada que matrimonio mal avenido, luego del peor inicio del Rebaño en veinte años.
Jaguares tampoco está obligado a tenerle paciencia a Vucetich pues no ha logrado hacer pesar la localía y en su única salida se comió seis goles, cuestión inadmisible en un hombre que dice saberlas de todas, todas.
Pumpido con Veracruz, Gallego con Tigres, Ferreti con Pumas y Sánchez Solá con Puebla deberán, al ver las barbas de su vecino cortar, poner las suyas a remojar.
Hablando de técnicos, más rápido cae un hablador que un cojo, y el estratega nacional, quien declaró hace apenas un mes que no era conveniente convocar a los jugadores de la Sub-20 a la mayor para “no cortar su proceso” hoy hace un llamado para casi puros jóvenes, incluyendo a los pupilos de Jesús Ramírez, dizque para ir formando el equipo que irá a Beijing; estoy a favor de la renovación pero, ¿usted le cree?.
Volviendo al balompié casero, lo invito a que haga su quiniela, ¿quién será el próximo en caer?