En el Patio Central de Palacio Nacional, acompañado por miembros de su Gabinete, Calderón agradeció a sus adversarios políticos y a la prensa, las críticas sobre su gestión porque, dijo, le han obligado a mantenerse alerta, a no confiarse y a ser mejor.
El mandatario reconoce el trabajo de los legisladores en el primer aniversario de su gestión.
El presidente Felipe Calderón aseguró que el país superó el ambiente de incertidumbre y encono que se registraba hace un año al comienzo de su Administración y aseguró que hoy los poderes públicos han alcanzado acuerdos antes impensables, además de que el sistema constitucional funciona con pesos y contrapesos.
“Lo que hemos hecho en un año con aciertos y errores es una muestra de lo que es posible hacer si avanzamos en el camino de cambios. Tenemos graves problemas y desafíos, pero tenemos también un rumbo claro y definido. México ha iniciado este año un proceso de transformación que no debe detener”, consideró.
El titular del Ejecutivo, durante un desayuno para mil 200 personas con motivo del primer aniversario de su Administración, pronunció un discurso de poco más de 30 minutos en el que agradeció desde las bendiciones y oraciones que le han dedicado, hasta la lealtad de las Fuerzas Armadas, en un mensaje que se convirtió en un resumen de su Gobierno.
Acompañado por su Gabinete, representantes del Poder Legislativo y Judicial, gobernadores del PRI y PAN, funcionarios de todos los niveles y representantes de agrupaciones civiles, sostuvo que se rompieron inercias y con los acuerdos logrados, “se rompió el tabú de la incapacidad crónica de los mexicanos para procesar nuestros desencuentros y avanzar en las reformas”.
El mandatario arribó al Palacio Nacional en donde dedicó casi media hora a saludar a los invitados -quienes no llenaron todas las mesas- entre quienes se encontraban personajes como Jorge Serrano Limón, fundador de la organización Pro-Vida; el presidente saliente del PAN, Manuel Espino; el ex secretario de Gobernación, Carlos Abascal; los gobernadores Ney González, de Nayarit; Juan Sabines, de Chiapas, de Colima, Silverio Cavazos y de Campeche, Jorge Carlos Hurtado Valdez.
Calderón recordó: “Hace un año los mexicanos vivíamos momentos difíciles, de gran incertidumbre, peligraba la vida institucional de la República, amagada por la vía de los hechos” y se percibía preocupación sobre el futuro del país, señaló. Ahora, aseguró, el país tiene rumbo a pesar de los problemas que enfrenta, pero “nos toca asumir las decisiones y sus costos con tal de que se pueda garantizar un mejor porvenir a las generaciones de mexicanos que vienen”.
Mientras, afuera de Palacio Nacional se contenía a algunos grupos de manifestantes a través de tres cordones de seguridad que rodearon la Plaza de la Constitución, el mandatario refirió en el encuentro donde se ofreció un desayuno con comida de típica de Michoacán:
“Hoy, transcurrido un año de Gobierno y ante un panorama verdaderamente distinto, estoy aún más convencido de que los problemas de México tienen solución, pero que se requiere la unidad y la solidaridad de todos, que en la unión de los mexicanos está la clave de la prosperidad del país”.
Calderón, acompañado de su esposa Margarita Zavala, compartió la mesa con el presidente de la Corte, Guillermo Ortiz Mayagoitia; el presidente del Senado, Santiago Creel; el jefe de la Oficina de la Presidencia, Juan Camilo Mouriño; Christian Castaño, vicepresidente de la Cámara de Diputados; el secretario de Gobernación, Francisco Ramírez Acuña y el de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, José Luis Soberanes.
En más de una ocasión el mandatario reconoció el trabajo de los legisladores que, “más allá de las diferencias partidistas, asumieron por norma el proteger el valor de las instituciones de la República”.
El titular del Ejecutivo, quien también dedicó especial agradecimiento a su esposa y sus hijos, también tuvo un comentario para sus quienes lo critican:
“A mis adversarios políticos y a mis críticos, a la prensa porque me han obligado a mantenerme alerta, a no confiarme y a esmerarme en que el Gobierno sea cada día mejor”.
Hoy, concluyó Calderón, “celebramos un cambio de actitud, un impulso renovador de reformas pensadas no para las próximas elecciones, sino para las próximas generaciones (...) celebramos que hemos sacudido inercias y creencias que nos ataban al pasado, al lamento por lo que no tenemos, al agravio permanente y al resentimiento”.
El mandatario expresó su anhelo de que al final de la vida, “cuando quiera que se presente”, entregue “cuentas claras a quien nadie pueda engañar”.
A la ceremonia asistieron, entre otras personalidades, Carlos Aguiar, presidente de la Conferencia del Episcopado y el empresario Carlos Slim Domit.
Avalan panistas gestión
Funcionarios, legisladores y dirigencia del PAN aplaudieron ayer el primer año de Gobierno del presidente Felipe Calderón.
Al término del desayuno que ofreció el mandatario con motivo de su primer aniversario al frente del Gobierno Federal, subrayaron avances, pero también reconocieron que falta por hacer.
El dirigente nacional del partido, Manuel Espino, describió estos primeros 365 de gestión como el “primer mejor año de Gobierno de los últimos presidentes de la República”.
El titular de Agricultura, Alberto Cárdenas, manifestó que Calderón ha tenido avances, sobre todo en materia de inversión e infraestructura, así como en el combate a la inseguridad.
Por su parte, el secretario del Trabajo, Javier Lozano, destacó que hay paz laboral en el país, además de la generación de 960 mil nuevos empleos, pese a la desaceleración económica en Estados Unidos.
El coordinador de los diputados panistas, Héctor Larios, dijo sentirse complacido con el primer año de Gobierno de Calderón, y comprometido a que desde el Congreso se logren más acuerdos.
El secretario de Gobernación, Francisco Ramírez Acuña, celebró las acciones en materia de combate a la seguridad, aunque reconoció que hay tareas por realizar.
