Cuauhtémoc Cárdenas y Andrés Manuel López Obrador no acudieron a la ceremonia.
El Partido de la Revolución Democrática (PRD) festejó ayer su 18 aniversario en medio de llamados a la unidad interna, la ausencia física de sus líderes morales Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano y Andrés Manuel López Obrador y la confrontación verbal entre las corrientes denominas “bejaranista” y “los chuchos”.
La ceremonia solemne inició a las 11:06 horas en el patio del Museo de la Ciudad de México, donde se congregó la élite perredista, entre ellos el jefe del Gobierno capitalino Marcelo Ebrard, la gobernadora de Zacatecas, Amalia García, así como la secretaria de Planeación de la dirigencia nacional, Dolores Padierna, quien hizo la primer denuncia minutos antes de evento.
Dolores Padierna denunció que liderazgos de la corriente Nueva Izquierda –“los chuchos”- están beneficiando a la derecha política en México al buscar alianzas con el PRI:
“El partido está tomado por una corriente que es la dueña de todo el presupuesto y de todas las decisiones y donde es minoría da centralazo y prácticamente están ayudando al adversario. Efectivamente los adversarios están afuera, pero a veces al adversario se les ayuda desde adentro”.
En esta ceremonia controlada por barreras similares a las que se utilizan dentro de las instituciones bancarias, se restringió el ingreso acto central, para evitar infiltrados que pudieran boicotear el evento como sucedió un día antes cuando un grupo de supuestos perredistas de Oaxaca gritó “traidor” al líder nacional, Leonel Cota Montaño.
Y precisamente, Cota Montaño, durante su mensaje en esta sesión solemne del 18 aniversario del PRD, atajó toda confrontación entre corrientes internas y convocó a la unidad del partido:
“Nuestro partido ha sido señalado por el disenso de sus expresiones, pero es mil veces preferible este disenso que el silencio de las pandillas que gobiernan el país (...) no podemos renunciar a la crítica y la autocrítica. Sólo pido a todos los grupos y compañeros del partido que sea siempre por encima el compromiso con el partido que el compromiso con la crítica”.
Otros liderazgos se sumaron a este propósito: Andrés Manuel López Obrador, quien se dirigió a los presentes en una videograbación y el secretario general, Guadalupe Acosta Naranjo.
López Obrador llamó a la militancia perredista a mantenerse unida y sin incisiones o ruptura, porque dijo que sólo así la izquierda en México podrá mantener la lucha contra la desigualdad:
“Somos una izquierda que avanza hacia la cuarta transformación de la República”.
Al finalizar el evento (12:18 horas), un líder de Nueva Alianza, Jesús Zambrano, fue el encargado de responder al ataque inicial de Dolores Padierna, a quien ubicó como “líder del bejaranismo”:
“Tres precisiones: Espero que sea la última vez que dé respuesta a tonterías y necedades de la lidereza del bejeranismo. Es una lástima que esta corriente se empeñe en hacerle el juego a la derecha, al señalarnos como un peligro para el PRD, como lo hiciera el PAN en el caso de López Obrador durante la campaña presidencial. Y la tercera, es que a pesar de toda esta situación, insistiremos en el llamado a la unidad, a sentarnos en la primera oportunidad. Ojalá que dejen de ser la izquierda hostil del PRD”.