Personas en todo el mundo, como en Pakistán, se manifestaron ayer contra el uso de armas nucleares, en el 62 aniversario del ataque atómico a Hiroshima. (EFE)
Miles de personas se reunieron cerca del lugar donde estalló la bomba atómica en repudio a las armas nucleares.
Japón rechaza las armas nucleares e insistirá en su abolición, afirmó el primer ministro Shinzo Abe ayer en Hiroshima durante la conmemoración del 62 aniversario del primer ataque atómico en el mundo, que mató al menos 140 mil personas en esa ciudad.
Alrededor de 40 mil sobrevivientes, habitantes y visitantes de varias partes del mundo se reunieron cerca del lugar donde estalló la bomba y guardaron un minuto de silencio a las 08:15 horas (23:15 GMT), el momento en que el bombardero estadounidense B llamado Enola Gay dejó caer su carga mortal sobre Hiroshima el 6 de agosto de 1945.
Una cantidad aproximada de 140 mil personas murieron instantáneamente o en los meses siguientes. Tres días después, otro avión estadounidense arrojó una bomba de plutonio sobre la ciudad de Nagasaki que dejó unos 80 mil muertos.
“Japón ha tomado el camino hacia la paz mundial durante 62 años desde la Segunda Guerra Mundial. Las tragedias de Hiroshima y Nagasaki nunca deben repetirse en ningún lugar de la Tierra”, manifestó Abe durante un discurso en la Plaza de la Paz de Hiroshima, cerca del epicentro del ataque nuclear.
“Tomaremos la iniciativa en la comunidad internacional y nos entregaremos totalmente a la abolición de las armas nucleares y a la consecución de la paz”, añadió.
La ceremonia de este año coincide con un momento particularmente sensible para Japón.
Luego que Corea del Norte experimentó por primera vez con un artefacto nuclear el 9 de octubre, algunos políticos prominentes de Japón sugirieron que el país debería al menos debatir la producción de armas nucleares. Abe y otros altos funcionarios salieron al paso de esas declaraciones al asegurar que Japón mantendrá sus tres firmes principios de no poseer, elaborar ni permitir armas nucleares en suelo japonés.
El mes pasado, el ministro de Defensa Fumio Kyuma dimitió en medio del repudio público por haber sugerido que los ataques atómicos de Estados Unidos pudieron estar justificados.
El alcalde Tadatoshi Akiba instó al Gobierno nacional para que siga respetando la Constitución que renuncia a la guerra.