En la Basílica de la Vírgen de Guadalupe, miles de mamás celebrarón su día y rindierón homenaje a la Embajadora de México.
Más de seis mil madres de familia celebraron su día en la Basílica de Guadalupe, a donde acudieron para rendir homenaje a la Virgen Morena, en una misa llena de emotividad, júbilo y lágrimas, y también se oró por aquellas que dudan en conservar a su hijo en el vientre.
Las peticiones en la ceremonia eucarística presidida por el rector del santuario, Diego Monroy, fueron "por aquellas madres que ya no están con nosotros, sino en la gracia eterna de Dios y por las madres viudas, las ancianas, las pobres y por aquellas que no tienen la decisión clara de serlo".
Con una oración especial en el Día de las Madres, se hizo presente en la Basílica de Guadalupe el tema del aborto, cuya práctica hasta los 12 meses de gestación fue despenalizada el pasado 24 de abril por la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF).
La celebración inició a las 8:30 horas, en el Altar Mayor del templo mariano, donde un mariachi ataviado con trajes de gala, interpretó "Las Mañanitas" dedicadas a la Virgen de Guadalupe y a las mamás asistentes, entre ellas, las casi 200 trabajadoras del propio recinto.
La emotividad de la música del mariachi aumentó con las voces del Coro de Infantes de la Basílica, a las que se sumaron las de intérpretes y solistas anónimos que salieron de entre la multitud de feligreses que acudieron al templo para rendir homenaje a su "madrecita del Tepeyac".
Lectura de poemas y versos sueltos, ovaciones, aplausos y expresiones diversas de júbilo se dieron ante la imagen de la Guadalupana, frente a la cual también rindieron culto los sacerdotes Jesús Guízar, Jorge Palencia y Juan Aranguren, además de Diego Monroy, quien presidió la misa a las 10:00 horas.
A manera de ofrenda presentada por sus fieles hijos, el altar, sus costados y pasillo se llenaron de centenares de flores multicolores y la titilante luz de decenas de veladoras y candelas en honor de la también llamada "Madre de México".
El dolor y las lágrimas fueron dos manifestaciones que en este Día de las Madres también se hicieron presentes en la Basílica de Guadalupe, donde las mamás fallecidas fueron recordadas en la zona que alberga a las casi 16 mil criptas.
Permanente fue el flujo de personas que llegaron hasta ese sitio para recordar a sus madres, quienes "se adelantaron en el camino hacia el Señor" y recibieron frente a sus criptas palabras de amor por quienes aún les sobreviven.