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Celebran judíos el año nuevo 5768

COSTRUMBRE| ADORNAR LAS MESAS CON DÁTILES Y MANZANAS, Y BENDECIR LA CARNE DE CORDERO

Notimex

La población de Israel, así como los judíos de todo el mundo, celebran a partir de esta noche, y durante dos días, el comienzo de un nuevo año que según el calendario hebreo es el 5768.

"Los judíos contamos desde que Dios creó el mundo, desde el Genésis", dijo el rabino Asher Hacohen.

El rabino, que declinó entrar en el análisis de teorías científicas sobre que el universo y la vida surgieron hace miles de millones de años, subraya que para el judaísmo "la Creación del hombre comenzó con Adán y Eva, según relatan explícitamente los escritos bíblicos".

El término de "Rosh Hashaná" (Cabeza o comienzo de año) está mencionado por primera vez en la Biblia en las palabras del profeta Ezequiel, pero su conmemoración se remonta a las órdenes que Dios dio a Moisés mucho antes, de acuerdo con la tradición judía.

"El día primero del mes séptimo lo conmemoraréis al son de las trompetas", refiere el Levítico (23:24), en tanto que el siguiente libro del Antiguo Testamento, Números, habla de esta festividad como "día de santa convocación", en que "no haréis labor servil. Es día que se celebrará al son de la trompeta" (29:1).

Trompetas que no son sino cuernos de animales empleados, en aquellos días bíblicos, para alertar a la población de cualquier amenaza, dirigir a las tropas en el campo de batalla, o hacer anuncios al pueblo como la llegada de personalidades o la celebración de festividades.

Estas trompetas, denominadas en hebreo "shofar", son aún empleadas por los judíos en ocasiones festivas contemporáneas, como la entrada en funciones del presidente de Israel -cada siete años- y en la celebración del día de la independencia del actual Estado judío.

Pero mucho más espiritual es su uso en la conmemoración del Año Nuevo, o incluso más en la del Día de Yom Kipur o del "Perdón" la semana que viene, en los que su objetivo es "despertar las almas para hacerlas volver al camino de Dios", explicó el rabino.

A diferencia de otras tradiciones, en las que el nuevo año es motivo de fiesta, en el judaísmo el "Rosh Hashaná" simboliza el comienzo de un periodo de penitencia y arrepentimiento que concluye en el Yom Kipur, en el que la tradición sitúa el día del juicio divino.

El tratado talmúdico del "Año Nuevo" dice que en estas fechas "todos los individuos del mundo pasan delante de Dios como regimientos de ejércitos que pasan delante de su rey, y El examina a todos. Este día fija el destino de la humanidad al finalizar el año y comenzar uno nuevo".

Aunque el día de Año Nuevo es en realidad mañana jueves y el viernes, los judíos realizan todas sus festividades desde el anochecer anterior, por lo que ya en las últimas horas de este miércoles, las familias se reunirán alrededor de la mesa para la ceremonia de conmemoración.

Dátiles y manzanas con miel adornarán las mesas judías durante 48 horas, simbolizando los deseos de "dulzura" que se expresan los unos a los otros para el año entrante.

Los más estrictos también bendecirán trozos de carne cocinada extraídos de la cabeza de un cordero u otro animal "kosher" (apto para el consumo según las leyes judías), para pedir a Dios que "seamos cabeza y no cola", alusión al progreso y la prosperidad.

Y también bendecir el fruto de la granada para pedir que "se nos aumenten los méritos como los granos de la granada".

No menos simbólica es la ceremonia de "Tirar los pecados" (Tashlij) que celebrarán mañana todos los judíos observantes, y en la que pedirán a Dios que "arroje todos nuestros pecados a las profundidades del mar".

El acto se realiza frente a un pozo, el mar, o frente a una fuente natural de agua.

Especial significado tiene también este Año Nuevo judío por tratarse de un año sabático, en el que los judíos agricultores deben dejar descansar la tierra.

Según el Levítico, en el Monte Sinaí Dios dijo a Moisés que "la tierra deberá guardar reposo. Seis años sembrarás tu tierra, y seis años podarás tu viña, y cogerás sus frutos; y el séptimo año la tierra tendrá sábado de reposo, sábado al Señor; no sembrarás tu tierra, ni podarás tu viña".

Para impedir en Israel una subida considerable de precios en las verduras y frutas, una parte de las tierras cultivables son nominalmente traspasadas de propiedad a un ciudadano árabe, a fin de poder abastecer al mercado.

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