Como pudo, la gente que visitó los panteones de Gómez, limpió las tumbas de sus seres queridos. (Fotografía de Fernando Compeán) Con globos, dulces y monos de personajes infantiles, fueron decoradas algunas tumbas en Lerdo. (Fotografía de Jaime de Lara) La música también se hizo presente en la celebración del Día de Muertos en Torreón. (Fotografía de Ángel Padilla)
En la Comarca Lagunera, la celebración se realizó sin mayores problemas
Miles de personas en la Comarca Lagunera cumplieron de nueva cuenta con el ritual, con la tradición de visitar las tumbas de sus muertos, llevarles su música preferida, llorarles, rezarles y llenarse de recuerdos, muchos recuerdos para luego llorar otra vez, aunque también había risas al evocar momentos felices y anécdotas. Flores de todos colores y papel de china, bastaron para que las criptas lucieran elegantes en este día tan especial, el Día de Muertos, celebración única en el mundo.
En Torreón, las puertas del Panteón Municipal número Uno se abrieron a las 5 de la mañana para recibir a más de 17 mil visitantes, quienes emocionados visitaron a sus seres queridos.
Tal es el caso de Genoveva, quien acompañada por sus hermanos y familiares, acudió a visitar la tumba de sus padres. Un ramo de flores no bastó para celebrar este día. Un acordeón y una guitarra, alegró el momento, sin embargo, su hermana rompió en llanto al escuchar la letra de Amor Eterno.
Un gran toldo al fondo del pasillo, se acondicionó para celebrar la misa de los más de 17 mil personas que se encuentran enterradas en este lugar. Fue a las 10 de la mañana cuando se celebró la misa. Se instaló un altar de muertos con más de 80 fotografías de las personas fallecidas, cuyos cuerpos descansan en este lugar. Uno a uno se fueron mencionando sus nombres.
El Panteón Torreón al igual que el Municipal número Uno, se convirtieron en una verdadera feria. En sus alrededores, se instalaron desde vendedores de tamales, pan de muerto y flores, hasta vendedores de colchas y discos piratas.
Pero quienes también hicieron su negocio, fueron los vecinos de los alrededores del Panteón Torreón, quienes vendían una tina de 20 litros en 10 pesos, la cual era revendida por un grupo de chavos a 20 pesos, “es que se las llevamos hasta su tumba y pues lo que nos quieran dar por ayudarnos”, dice Jesús, uno de los limpiadores.
Cabe mencionar que para evitar la propagación del virus del dengue, personal de la Jurisdicción Sanitaria número VI, se dio cita al lugar para abatizar toda el agua que se introducía a los panteones, con la entrega de pequeños sobres de abate.
Evitan meter agua en GP
De 43 mil a 47 mil personas se estimaba la afluencia de visitantes al panteón municipal durante los días de ayer y el jueves pasado en los festejos dedicados a los muertos, según las estimaciones de la Dirección de Protección Civil. La principal tarea de las autoridades fue la de prohibir a la gente que metiera agua a los cementerios.
Tan sólo el día de ayer, concurrieron cerca de 38 mil personas, una cifra mayor a la que se registró el año pasado. El encargado de Protección Civil, Alonso Gómez Vizcarra dijo que se estableció coordinación con otras áreas, tanto municipales como estatales, para el montaje de un operativo de prevención y vigilancia sanitaria y policial.
Esta vez, unas 150 personas formaron parte de dichas acciones, entre elementos preventivos y agentes de vialidad, verificadores sanitarios, personal de Plazas y Mercados y de limpieza y mantenimiento.
No se permitió el acceso de agua para utilizarla en la limpieza de las tumbas ni depositarla en jarrones ni floreros, pues en cada una de las entradas se estableció vigilancia policiaca quienes, apoyados por el personal de la Jurisdicción Sanitaria Número Dos se abocaron a evitar que fueran introducidos recipientes grandes, pues únicamente se dejó que las personas ingresaran con pequeños envases para su consumo personal.
Semanas previas a la conmemoración del Día de Muertos, se practicaron nebulizaciones nocturnas para combatir la presencia del insecto adulto, además de que se aplicó abate en la poco agua que permanecía en las piletas, aunque éstas ayer no fueron llenadas de manera intencional, para evitar que pese a todas las recomendaciones se hiciera un mal uso.
Mucho color en Lerdo
Una vez más los panteones se llenaron de recuerdos, se dio la comunión entre vivos y muertos y los cementerios se pintaron de colores con el amarillo del Cempasúchil y el morado de la Mano de León.
Los más de 45 elementos de la Dirección de Tránsito y Vialidad se colocaron a lo largo de la avenida y la prolongación Allende, por donde se llega al Panteón Municipal.
Juan Anchondo Terrazas, comandante de Bomberos, informa que se montó un operativo junto a Protección Civil, Policía, Tránsito y Vialidad, así como Plazas y Mercados, para un mejor control en el Día de Muertos y brindar todas las facilidades a los visitantes.
Para mayor comodidad de los visitantes, hubo agua en las piletas, la cual fue tratada con abate para evitar la proliferación del mosquito Aedes aegypti, transmisor del dengue. (Con información de Guadalupe Miranda, María Elena Holguín y Primitivo González)
No fue buen día
Pese a que los panteones lucieron abarrotados el día de ayer, las ventas para los vendedores de flores, no fue muy buena.
José Juárez, desde hace más de 30 años se instala afuera del Panteón Municipal número Uno. Él como otros compañeros, calificó como “charro” este año, debido a sus bajas ventas.
“Desde hace como 5 años, nuestras ventas no han sido buenas”, comenta, asegurando que este año ha sido el peor de todos.
José cuenta que la renta del espacio este año fue muy elevada, lo cual afectó sus ganancias, “apenas sale lo que invertimos, pero esta vez nos cobraron 300 pesos por estos dos días y a algunos de mis compañeros hasta 500 pesos, es demasiado”.
Por su parte, Gerardo, también vendedor de flores, pero afuera del Panteón Torreón, calificó como regular este año, “mucha de la flor se nos heló por las bajas temperaturas, pero en generar no nos ha ido tan mal, pero no como otros años, donde para las tres de la tarde ya habíamos terminado con todo”.
