Los dos esperados duelos del fin de semana en el futbol nacional dentro de la fecha nueve del Clausura han levantado ámpula y despertado polémica entre los aficionados así como en los especialistas; por un lado aquellos que opinan que los llamados cuatro grandes, América, Cruz Azul, Guadalajara y Pumas, quedaron a deber en los enfrentamientos que protagonizaron, y los otros que consideran que fueron duelos tácticamente interesantes y donde la estrategia jugó un lugar preponderante.
En ambos casos el empate fue a cero goles y el grito quedó en la garganta de los aficionados que asistieron al estadio y los miles que siguieron las incidencias por televisión, y bueno sería analizar si la ausencia de goles demerita un espectáculo o bien puede ser atractivo pese a que los equipos no logren concretar las oportunidades que generan.
Creo que es un error generar expectativas enormes en encuentros que suelen ser cerrados y con escasa llegada, como son los clásicos. Luego, es una injusticia meter en el mismo saco el Pumas contra Chivas que el llamado “Clásico Joven” pues mientras que en Ciudad Universitaria se vivieron grandes emociones, tiros al poste y salvadas de los arqueros, en el Azteca se vivió un encuentro tedioso y soso que aburrió al respetable.
Si Cruz Azul tuvo para ganar y no supo cómo será culpa de un técnico medroso y de jugadores poco comprometidos; si al América y su Blancodependencia no le queda otra que jugar a las caiditas pues allá ellos y su pésima planeación pero me permito suplicar que se nos deje a los panboleros de corazón disgustarnos por lo visto en el Azteca.
Por ello, a los avaros futbolísticos que dejaron a tanta gente con apetito y a sus jilgueros les pongo cero en conducta.