Momentos en que un elemento de vigilancia impedía el acceso a la Presidencia.
CUENCAMÉ, DGO.- Momentos de tensión se vivieron el pasado lunes, durante el tercer día de actividades de la nueva administración, debido a la exigencia de casi 300 empleados por recibir su finiquito al ser cesados por Rocío Sotelo Ochoa, alcaldesa entrante.
Poco antes de las 9:00 horas, funcionarios públicos salientes y entrantes de todas las áreas llenaron los pasillos de las dos plantas de la Presidencia Municipal, así como al exterior del edificio; en algunos de los presentes se veía el nerviosismo debido a que esperaban conocer su futura relación laboral con el Municipio, en tanto que los nuevos empleados ocupaban algunas de las oficinas revisándolas minuciosamente.
Fue después de las 10:00 horas que Marco Antonio Aguilar Rosales, quien se presentó como asesor jurídico del Ayuntamiento 2007- 2010, mencionó que por indicaciones de Sotelo Ochoa él atendería uno por uno a los trabajadores de la pasada administración en su oficina para darles a conocer la decisión de la Alcaldesa.
Después de informar sobre un número considerable de funcionarios despedidos, dijo que se revisaría el porcentaje de los conceptos a que tenían derecho y en un lapso de dos meses serían llamados para recibir lo correspondiente.
Al escuchar esto, no se hicieron esperar las inconformidades de los despedidos, que consideraron que dos meses es un plazo incierto, por lo que pidieron asesoría a Martha Rodríguez Montelongo y Macarena del Pilar Calderón Martínez, asesora jurídica y oficial mayor, respectivamente, de la administración saliente.
Ante la presión por parte de los casi trescientos funcionarios despedidos, el nuevo representante legal del Ayuntamiento, respaldado por Ignacio Núñez, jefe de Recursos Humanos, Éric Flores, de Comunicación Social, optó por agrupar a los presentes e indicarles la decisión.
Los presentes se exaltaron por la incertidumbre del futuro laboral y exigieron que se determinara una fecha en concreto para recibir su finiquito, presión ante la cual el litigante Aguilar Rosales enmudeció y se retiró, por lo que Flores García trató de dialogar, consiguiendo la multitud que una comisión de dos personas fuera recibida por la Alcaldesa.
Al tratar de ingresar al edificio municipal, un oficial de guardia impidió el acceso a ambas personas, por lo que una vez mas exigieron el libre paso creándose una confusión con gritos y amenazas por lo que al final el guardia cedió permitiendo la entrada.
Luego de una hora, Rodríguez Montelongo y Calderón Martínez concluyeron con Sotelo Ochoa que se firmaría una carta-compromiso en la que se acordaba que el nuevo gobierno gestionaría en el Estado recursos económicos y así poder compensarlos económicamente.
Cabe señalar que se tocó el tema de que, según la Ley del Trabajo, los empleados al servicio del Municipio no crean antigüedad; por lo tanto, no tienen derecho a finiquito, salvo acuerdos y capacidad al interior del Ayuntamiento.
Al cuestionar al ex Tesorero sobre el pago compensatorio por la conclusión del periodo administrativo, mencionó que éste no pudo ser entregado debido al recorte de participaciones de casi un millón de pesos por parte del Gobierno del Estado,
Mientras tanto, trascendió que la nueva administración solicitó al Estado las participaciones correspondientes a agosto.
