Hombres vestidos de mujer caminan por las calles de Trincheras con su Judas. (Fotografía de Ángel Padilla)
EL SIGLO DE TORREÓN
Valentín Elizalde, “El Gallo de Oro”, y dos figuras con caras de espantosos demonios que representaron a aquel que vendió a Jesús por tres monedas, fueron chamuscados ayer durante la tradicional Quema de Judas en la colonia Francisco Zarco, mejor conocida como el barrio de Trincheras.
Entre risas, gritos y música que sirvió de pista, las “Vestidas” -hombres de todas las edades con ropa de mujer que participan en esta tradicional fiesta de Sábado de Gloria-, sacaron a bailar a los “papacitos” ahí presentes, mientras las llamas consumían a los personajes que en esta ocasión satirizaron.
La gente se congregó en diferentes puntos de este sector habitacional, pues desde el año pasado, ya son tres grupos de la comunidad de Trincheras, los que llevan a cabo el festejo por separado. La tradicional celebración transcurrió con tranquilidad. Desde temprana hora, piernas y brazos musculosos con vello irreverente que se dejaba ver a través de faldas cortas, de ceñidos vestidos y de blusas escotadas, causaron “escándalo” entre la población. Es que era la llegada de los “trasvestis” de la Francisco Zarco a sus colonias, con la procesión en la que cada año, exhiben al “Judas” programado para ser quemado a las 12 del día, hora en que se abre la Gloria.
En los tres puntos en que se realizaron quemas dentro de la misma colonia se congregaron más de dos mil personas, por lo que se dispuso un operativo de seguridad reforzado con 60 policías y algunos cadetes.
La gente en las tres manifestaciones reía por las ocurrencias, el contoneo y la llamativa vestimenta de las “damas” que portaban pelucas rubias que se desprendían de sus cabezas cuando saltaban, dejando ver sin remedio, patillas y cabellos engomados.
Los seguidores del “Gallo de Oro”, se molestaron con el grupo que lo escogió para quemarlo, pues argumentaron que Valetín fue una víctima y su personaje no tenía porque ser motivo de sátira. Sin embargo, fue calcinado como también sucedió con los dos demonios.
Las tres quemas tuvieron lugar entre las calles Rayón y 20 de Noviembre, Constitución y Bravo así como en 20 de Noviembre y Licenciado Primo Verdad por diferencia de media hora.
Es una fiesta que se realiza desde hace mucho tiempo atrás, varios grupos se disputan la paternidad de la misma. “Nosotros somos los que empezamos esta tradición hace más de 20 años”, manifestó Enrique Salazar Jáquez, quien con su gente, realiza la quema entre la 20 de Noviembre y Licenciado Primo Verdad. Mientras que los participantes que se reúnen en las calles Abasolo y Constitución, aseguran que ellos tienen más de 33 años organizando la Quema de Judas.
La sorna es la constante de la fiesta, pero el verdadero objetivo es celebrar la Resurrección de Cristo de una manera singular. En ella se demuestra que se está en contra del pecado.
El caso es que el Sábado de Gloria para la gente de Trincheras es un día de fiesta. La gente sabe que todos los años el que traicionó a Jesús será quemado en medio de un espectáculo en donde se conjuga, la burla y la alegría de saber que con la muerte del Hijo de Dios se venció a la muerte.
La Semana Santa, representa una serie de tradiciones antiguas que se niegan a morir. Una de ellas es la Quema de Judas, que se lleva a cabo todos los Sábados de Gloria. Su representación ha adquirido diversos significados, como “desquitarse” de algún político e, incluso, en algunas regiones es el festejo por el inicio de las cosechas que ocurren en primavera.
La tradición encuentra su origen en tiempos de la Nueva España, en los siglos XVII y XVIII. Los españoles arraigaron aquí la costumbre de quemar muñecos, que generalmente eran diablos. Se dice que la Inquisición utilizaba figuras de delincuentes para mostrar a la gente que si bien no recibirían un castigo terrenal, en el infierno arderían en llamas eternas. No obstante, con el tiempo los “Judas” se fueron transformando y en ellos aparecían personajes de la política, como Antonio López de Santa Anna, quien prohibió la tradición en marzo de 1853.
Los “Judas” están hechos de diversos materiales, pero por lo general son realizados con una estructura interna de carrizos que se forra con papel y cartón, para luego ser pintados con colores brillantes.
