Lee poemas inéditos y habla de la creación artística, pero se rehusa a opinar sobre política.
EL SIGLO DE TORREÓN
Es asombroso y es un misterio cómo en un momento tan crítico en el país existan tantas y tan ricas formas de expresión, no sólo en el ámbito de la literatura sino en el resto de las bellas artes, opina José Emilio Pacheco. “A lo mejor es un movimiento de resistencia”, agrega.
Y es que el escritor dice que actualmente la creación literaria en México vive un buen momento por la cantidad y la calidad de textos que se gestan, al grado que es difícil conocerlos todos: “Yo había venido a Saltillo y también a Torreón, pero no conocía Hermosillo y por lo tanto desconocía la riqueza literaria que poseen por aquéllas tierras”.
Comenta que es tan sólo un ejemplo de lo que se vive a nivel Continente y lo atribuye a una tradición de la época de la Colonia: “Un libro boliviano no llega a Chile, como un libro colombiano no es conocido en Ecuador”, es una costumbre de cuando se prohibió que las colonias vendieran fuera de su territorio en un afán porque consumieran sus mismos productos, “y no veo cómo solucionarlo, pero espero que (los creadores) no se desalienten”.
Ayer al mediodía el escritor rompió el récord de asistencia del foyer del Teatro Nazas, durante la lectura de poesía y charla que ofreció en el marco de la Primavera de los Poetas, actividad coordinada por el Icocult Laguna.
Por espacio de media hora Pacheco leyó poemas de su autoría de los más recientes, incluso algunos inéditos, como Razón del Mundo, El Misterio del Hombre, Tregua, El Cielo Tan Azul y Nosotros Tres, confesándose de que “estoy consciente de que no soy un buen lector, como Jaime Sabines, por ejemplo”; en todos ellos dejó entrever parte de su pensamiento ante los problemas de la actualidad, como en ¿Hasta Cuándo?, que leyó luego de haber comentado que durante el camino hacia el teatro había comprado los periódicos para “ver cuántos muertos hubo hoy”.
Pero ya en medio de la charla con el público aclaró: “Yo no tengo mentalidad teórica, todo lo dejé en el poema, eso se lo dejo a los filósofos”, al ser cuestionado sobre su postura ante ciertos temas.
Y aunque habló de todo, prefirió darle la vuelta a la política: “¿Por qué se nos exige a los escritores hablar de política y por qué a los políticos no se les exige hablar de literatura?”, lo que arrancó la ovación unánime del público asistente, en su mayoría alumnos y maestros de los talleres de escritores de la región y creadores.
Porque dijo estar consciente de los problemas que actualmente enfrenta México, pero “yo no hablo de eso, pregúntenle a los políticos, (...) a mi me duele mucho todo lo que pasa, pero no tengo la menor idea de cómo resolver la situación”.
A la pregunta de que si México es el Comala de Juan Rulfo, como el mismo José Emilio Pacheco lo comparara en 1986, respondió: “Por una parte sí, pero por otra no, hay que ponerle fin al pesimismo”, y concluyó que cuando escribió eso fue luego de la crisis de 1985 y pensaba que era lo peor que podía enfrentar el país, “pero ahora digo que en ese entonces estábamos muy bien”.
La lectura y charla duró poco más de una hora, después de la cual el reconocido poeta firmó libros y convivió más de cerca con el público asistente.