El ministro aludió a declaraciones ofrecidas el martes en París por Chávez, quien afirmó que en tres meses ha conseguido como facilitador más que el gobierno en Bogotá en cinco años. (AP)
El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, sólo ha conseguido, en su papel humanitario ante las FARC, reunirse en Caracas con un jefe de esta guerrilla para "hablar de música costeña", sostuvo hoy el ministro colombiano de Interior y Justicia, Carlos Holguín.
El ministro resumió en esa frase lo que a su juicio ha sido el resultado de los tres meses que Chávez lleva como facilitador de un acuerdo sobre rehenes entre los insurgentes y el Gobierno del presidente colombiano, Álvaro Uribe.
"Lo que (Chávez) ha conseguido hasta ahora es reunirse con Iván Márquez en Caracas para hablar de música costeña", dijo Holguín a periodistas de Bogotá que le pidieron una evaluación sobre los logros del gobernante venezolano en sus gestiones ante las FARC.
El ministro aludió a declaraciones ofrecidas el martes en París por Chávez, quien afirmó que en tres meses ha conseguido como facilitador más que el gobierno en Bogotá en cinco años.
El presidente venezolano aceptó a mediados del pasado agosto facilitar un acercamiento entre el Ejecutivo de Uribe y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) que permita a ambas partes negociar el acuerdo humanitario al que los rebeldes condicionan la puesta en libertad de 45 secuestrados, a cambio de medio millar de insurgentes presos.
En su papel como tal, Chávez mantuvo el pasado 8 de noviembre en Caracas una entrevista con "Iván Márquez", alias de Luciano Marín, uno de los siete integrantes del Secretariado (mando central) de las FARC.
El ministro colombiano se preguntó "qué se puede esperar de las FARC, que lo dejó (a Chávez) con las manos vacías" al no enviarle pruebas de vida de los cautivos, entre los cuales están la ex candidata presidencial Íngrid Betancourt -también de nacionalidad francesa- y tres estadounidenses.
"Las FARC no le cumplieron" al gobernante venezolano, dijo Holguín, quien recordó la experiencia del ahora ex presidente Andrés Pastrana (1998-2002) a comienzos de 1999, cuando el jefe máximo de esa guerrilla, "Manuel Marulanda Vélez", no concurrió al acto de inauguración de un proceso de paz que terminó en fracaso tres años más tarde.
Holguín advirtió de que "si a Pastrana (esa guerrilla) lo dejó con la silla vacía, a Chávez lo dejó con las manos vacías".
