Ante el poco efectivo ataque, el capitán de los tapatíos, Ramón Morales hizo valer una de sus principales cualidades para anotar el gol de la clasificación sobre el DC United; El Rebaño Sagrado continúa siendo un equipo sin poder ofensivo, que luce tan frágil como un venado entre leones; El equipo de Chivas esperó el silbatazo final del ecuatoriano Samuel Haro contra las cuerdas (Jam Media)
Las Chivas consiguen el pase con muchas dificultades al vencer 1-0 al DC United.
GUADALAJARA, JAL.Fue un crudo camino al vestuario, lleno de contradicciones, lleno de dudas. Porque no hubo un solo jugador del Guadalajara que se atreviera a festejar efusivamente el triunfo de 1-0 sobre el DC United, y la clasificación a los cuartos de final de la Copa Sudamericana. Es cierto, cristalizaron el objetivo de sortear su primer obstáculo en el certamen continental, pero lo mostrado en la eliminatoria ante el equipo estadounidense no permite que se abriguen esperanzas. Han pasado dos encuentros desde que José Manuel de la Torre dejó la dirección técnica de las Chivas y, hasta ahora, el tiempo no le ha dado la razón a Jorge Vergara.
El Rebaño Sagrado continúa siendo un equipo sin poder ofensivo, que luce tan frágil como un venado entre leones. Luis Michel, Jonny Magallón y Ramón Morales se mantienen como las referencias de una escuadra que se nota desconfiada en cada jugada, a cada segundo. Y la mejor prueba fue lo dramático del partido de esta noche. Sin practicar un futbol complejo, el actual líder de la MLS logró montarle un galimatías al Guadalajara, preso de su falta de imaginaci ón y talento.
Sergio Santana, Omar Bravo y Alberto Medina conforman un tridente que no espanta a nadie, debido al mal momento futbol ístico por el que atraviesan. Bravo ha dejado de ser el goleador letal de hace apenas unos cuantos meses, “El Venado” continúa sin comprender lo difícil que es poner un buen servicio al área enemiga si no se levanta la cara, mientras que Santana confirma no ser un jugador a la altura del equipo más ganador en la historia del futbol mexicano.
Aunque la anotación en el partido de ida result ó determinante para que los rojiblancos sigan con vida. El DC United llegó a la cancha del e s tadio Jalisco, que recibió a poco más de 45 mil aficionados, con la prioridad de no recibir anotaciones. Táctica que le funcionó de maravilla durante más de una hora, hasta que Ramón Morales decidió ponerle fin a los sueños estadounidenses, al minuto 63. Ante el poco efectivo ataque, el capitán de los tapatíos hizo valer una de sus principales cualidades para anotar el gol de la clasificación. Porque tal parece que era la única forma de batir a Troy Perkins, de exorcizar los fantasmas que han perseguido al Guadalajara durante los más recientes meses.
Aunque la suerte desempeñó un papel fundamental. Los tres rebotes que antecedieron al gran disparo del Moncho fueron la muestra de que la fortuna jugó en favor de las Chivas, al menos en esa jugada. Lo que les permitió intentar manejar la situación, porque no lo hicieron de la manera adecuada. El Rebaño Sagrado esperó el silbatazo final del ecuatoriano Samuel Haro contra las cuerdas, agazapado en su primer cuarto de cancha, como equipo chico que está haciendo la hombrada. Eso explica que nadie saliera satisfecho del terreno de juego. Con muchos trabajos, el Guadalajara está en la siguiente ronda, pero sin argumentos para soñar.
