Cien años de olvido
El festejo del Centenario ha olvidado a las colonias del poniente de Torreón que cumplieron cien años desde hace tiempo. Son las primeras colonias de la ciudad que ahora no aparecen ni en los mapas municipales
TORREÓN, COAH.- Desde que nacieron hace más de cien años, las colonias del poniente de la ciudad han vivido en la marginación y el olvido. Con los años, la ciudad creció hacia el lado opuesto, hacia los extensos campos del oriente. El tiempo pasó, negándose a reconocer a los más de 39 mil habitantes de unas 27 colonias que viven allí.
Sergio Corona, cronista de la ciudad, explica que el desarrollo urbanístico históricamente inicia entre 1884 y 1888 en el poniente, antes de la fundación de la ciudad. Lo que hoy es el poniente de Torreón en un principio fue el núcleo.
Pero las colonias nacieron espontáneamente y fuera de toda planeación, porque el primer deslinde de los lotes para la venta de lo que iba a ser Torreón fue un poco más hacia el centro. “Iniciaron marginados y hoy cumplen cien años en una situación muy similar”, dice Corona.
Fue la época en la que empezó a convertirse esta parte de la ciudad en su corazón económico, con la llegada de las fábricas y comercios: el molino de la Alianza, el rastro, las textileras y los hoteles, que le dieron vida al lugar, incluso a la economía marginal, porque era un sector habitado principalmente por obreros, agricultores, mecánicos y prestadores de servicios.
Más o menos unas 3 mil familias se asentaron en el sector. La ciudad creció en bulevares, proyectos urbanísticos, comercio e industria, pero en el poniente se detuvo. La única parte de Torreón que se asienta en un cerro, no en la planicie, no tuvo para dónde crecer.
39 mil personas viven en las colonias del poniente, las del nacimiento de Torreón. La Durangueña, La Fe, La Vencedora, San Joaquín, Libertad, Cerro de la Cruz. Viven sin trabajo o en la informalidad, miles son consideradas pobres. Menores de edad trabajan, muchos de ellos sin ir a la escuela y sectores enteros no tienen un acceso digno a los servicios públicos. El olvido es tal, que en los mapas que el Municipio de Torreón tiene en su página de Internet, muchas de estas colonias ni aparecen.
FUNDADORES EN EL OLVIDO
Cuando se llega al sector por el bulevar Revolución, la ciudad se convierte en otra, parece que se ingresara a otro mundo, al que solamente conocemos por estadísticas, del cual sabemos su existencia, pero desconocemos su vida cotidiana.
De cerca se observa una población que sobrevive en el día a día, un predominante comercio ambulante, calles llenas de baches, niños que a pesar de caminar descalzos sonríen y juegan mientras se cuidan de los camiones que transitan con imprudencia por el sector.
Al llegar a la colonia Miguel Hidalgo, por la calle prolongación Revolución veo por el retrovisor del carro un enorme camión que viene a más de 60 kilómetros por hora. Me hace cambio de luces y toca un claxon aturdidor para que apure mi marcha, giro a la izquierda por el callejón Sexto y don Carlos García, un habitante de la colonia de unos 66 años de edad se ríe, no a manera de burla, más bien por mi cara de susto. Bajo del carro y empezamos a conversar. “Mire joven, para acabarla de fregar nos acaban de mandar la ruta de los camiones que van a Gómez y a Lerdo por este sector”.
Es comprensible que muchos de los habitantes de esta parte de la ciudad estén molestos con dicha determinación, las calles son angostas, tienen muchos baches y además las casas están a tan sólo un metro y medio del cordón de la banqueta, sumado a la imprudencia de los conductores, esto se convierte en un verdadero peligro para las personas que caminan diariamente por el lugar.
El acceso a los servicios públicos de una manera adecuada, la seguridad, mejores rutas de transporte, calles en buen estado, banquetas por donde las personas puedan caminar y alumbrado público, son de las tantas necesidades con las que los habitantes de esta parte de la ciudad viven y a las que demandan soluciones.
POCA AGUA
Los habitantes inician un recuento de los principales problemas que padecen. La falta de agua es uno de los más mencionados. Doña Teresa, habitante de la colonia Vencedora, dice que el servicio llega solamente de siete de la mañana a cuatro de la tarde, pero la presión es mínima. El resto del día lo pasan con lo que alcanzan a juntar en grandes recipientes. Y es que la falta de agua tiene que ser un problema en un sector donde la infraestructura también se detuvo en el tiempo.
Para todas las colonias del poniente la escasez de agua es un factor común, ya que lo que se requiere para solucionar el problema es una reestructuración general de la distribución del agua, para mejorar la red abierta que actualmente existe y contar con una tubería de mayor capacidad y las bombas suficientes para generar una presión adecuada. La red data de 1907, según datos del Sistema Municipal de Aguas y Saneamiento.
En 1930 se le realizaron algunas mejoras pero las últimas, hechas en el 2000, fueron de la Múzquiz hacia la Colón y del bulevar Revolución al Independencia. No pasaron por aquí.
LA INSEGURIDAD DE TODOS LOS DÍAS
Cuando me dirijo al Cerro de la Cruz en horas de la noche, la situación no es menos difícil. El acceso a las casas que están en la parte más alta es por medio de unos escalones de cemento, difíciles de escalar para las personas de la tercera edad o discapacitados.
La falta de un buen servicio de alumbrado público genera situaciones de inseguridad para los vecinos que viven con temor de que sus nuevas generaciones sean presas de las pandillas o la delincuencia común.
Estos callejones son el escenario perfecto. El poniente de la ciudad es el principal centro del narcomenudeo en Torreón.
En lo que va del año, la Policía Municipal ha atendido un promedio de 18 casos por día en este sector. Las estadísticas muestran el nivel de inseguridad: por día hay cuatro alteraciones de la vía pública, dos agresiones familiares, al menos un reporte de tráfico de drogas y una riña.
En algunas colonias, como el Cerro de la Cruz o la Alianza hay más de tres riñas diarias, según datos de la Dirección de Seguridad Pública Municipal.
EL TIEMPO DETENIDO
En algunas partes de estas colonias parece que el tiempo hubiese detenido su marcha, parece que el progreso congeló las paredes de muchas casas que se encuentran casi intactas desde su construcción, algunas son alumbradas incluso con lámparas de petróleo.
El propietario de uno de los inmuebles, don José, recuerda que la casa tenía más de 17 años cuando llegó a habitarla y lleva en ella casi 45. Las casas de techos altos, adobe y cantera no han cambiado desde los inicios mismos de las colonias, desde que aquellos primeros pobladores las pusieron de pie, siguen intactas al paso de la modernidad. En esta parte de Torreón el desarrollo pasó sin detenerse.
La señora Consuelo, vecina de La Vencedora, cree que los festejos del Centenario de la ciudad son excluyentes, para muy pocos. Manifiesta que para muchos de los habitantes del poniente eso no existe y a manera de reflexión hace un interrogante.
“Si usted tuviera un hijo y, por ejemplo, cumpliera años ¿usted le regalaría una bicicleta de lujo, sabiendo que necesita zapatos, medicina, libros para ir a la escuela?”
Las colonias
Colonias del poniente de Torreón:
■ La Vencedora.
■ San Joaquín.
■ La Libertad.
■ Cerro de la Cruz.
■ Maclovio Herrera.
■ Miguel Hidalgo.
■ Independencia.
■ Victoria.
■ Alianza.
■ Ana.
■ Constancia.