Diez miembros de la OIEA llegaron ayer a la capital de Corea del Norte. Su director Adel Tolba dijo que los inspectores permanecerán en el país el tiempo que sea necesario para completar su tarea en el reactor de Yongbyon, situado a 98 kilómetros de Pyongyang. (AP)
Informa el Gobierno norcoreano a Estados Unidos de lo que sería su primer paso hacia la desnuclearización.
El Gobierno de Corea del Norte informó ayer a Estados Unidos que cerró su reactor nuclear en Yongbyon, a unos 100 kilómetros de la capital, anunció el Departamento de Estado.
Se trata del primer paso de Pyongyang hacia la desnuclearización, después que el 13 de febrero pasado accediera a terminar con su programa nuclear en un plazo de 60 días, si recibía ayudas energéticas internacionales.
“Damos la bienvenida a este acontecimiento y seguiremos de cerca la verificación y vigilancia de este cierre que realizará el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA)”, indicó el portavoz del Departamento de Estado, Sean McCormack.
Diez inspectores del OIEA llegaron ayer a Corea del Norte, donde permanecerán entre dos y tres semanas, para iniciar las inspecciones y preparar el equipo necesario para controlar la desnuclearización, mientras dos miembros de la misión se quedarán en el país.
El cierre se produjo horas después que llegara a puerto un barco cargado con crudo, para compensar la esperada clausura del reactor de Yongbyon.
Los dos técnicos que se quedarán de manera permanente en la nación comunista corroborarán que se produzca el cierre del reactor nuclear de la central de Yongbyon, el único operativo en Corea del Norte, según la agencia surcoreana Yonhap.
Tras largas negociaciones, demoras y prórrogas en las que Corea del Norte siempre argumentó que su programa nuclear era necesario para fines de Defensa, Pyongyang anunció la semana pasada que una vez recibiera el primer cargamento de petróleo, cerraría el reactor.
Los inspectores regresaron ayer a Corea del Norte para continuar con sus trabajos de supervisión del programa nuclear, después de que Pyongyang expulsara a la última misión en diciembre de 2002, cuando EU acusó al país comunista de desarrollar en secreto un plan de enriquecimiento de uranio.
Las tareas de inspección del OIEA empezaron en 1994 con el fin de supervisar la central de Yongbyon, tras el acuerdo alcanzado entre Pyongyang y Washington para que el régimen norcoreano congelara su programa atómico a cambio de energía, un pacto que se rompió en 2002.
Tras varias rondas de negociaciones en las que participaron EU, China, Japón, Rusia y las dos Coreas, Pyongyang accedió el 13 de febrero de este año poner fin a su programa nuclear en un plazo de 60 días, si recibía ayudas energéticas internacionales.
Sin embargo, el proceso quedó paralizado hasta hace un mes, debido al bloqueo de unas cuentas norcoreanas con 25 millones de dólares en un banco de Macao, que Washington consideraba que servían para financiar actividades ilícitas.
El dinero fue finalmente transferido el 19 de julio a una entidad rusa desde la que Pyongyang pudo acceder a sus fondos, lo que dio vía libre para retomar el compromiso firmado en febrero en las conversaciones a seis bandas y que incluía el regreso de los inspectores a Corea del Norte.
Corea del Sur se comprometió a enviar 50 mil toneladas de crudo pesado a su vecino del norte a cambio del cierre de Yongbyon. De éstas, 6 mil 200 arribaron ayer al puerto norcoreano de Sunbong, en la provincia de Hamgyeong, tras haber salido el jueves de la ciudad surcoreana de Ulsan.
Además de la aportación de Seúl, Estados Unidos, Rusia, China y Japón tendrán que entregar en total 950 mil toneladas de petróleo al régimen norcoreano cuando desmantele su programa nuclear.
Presenta Bush tratado para lucha contra terrorismo nuclear
El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, presentó ayer para su ratificación en el Senado un tratado para la lucha internacional contra el terrorismo nuclear.
El tratado, el primero de su tipo aprobado por la Asamblea General de la ONU, entró en vigor el pasado 7 de julio internacionalmente.
Bush afirmó en un mensaje al Senado que esta convención “es importante en la campaña contra el terrorismo internacional. Por lo tanto, recomiendo que el Senado dé su consideración de manera temprana y favorable”.
El tratado proporciona una base legal para la cooperación en la investigación, extradición y enjuiciamiento de los sospechosos de perpetrar o amenazar con actos de terrorismo que impliquen el uso de material nuclear.