Santiago de Chile.- Las autoridades del servicio de prisiones ordenaron ayer una investigación para determinar quién filtró las fichas de filiación de la familia del extinto dictador Augusto Pinochet, que circularon profusamente el día anterior vía correo electrónico.
Las fichas, que muestran a los cinco hijos de Pinochet fotografiados de frente y sus datos personales, fueron subidas a Internet. Fue excluida la ficha de la viuda.
Las filiaciones fueron hechas el 4 de este mes, cuando los familiares de Pinochet fueron ingresados a prisión tras ser procesados bajo cargos de mal uso de fondos fiscales.
Todos fueron liberados a los dos días, pero los procesos permanecen abiertos y se espera que la próxima semana se conozca el fallo a las apelaciones presentadas por los abogados.
El director de prisiones, Alejandro Jiménez, dijo que la próxima semana se anunciará el resultado de la investigación interna. La capitana Fabiola Valladares fue asignada a dirigir la averiguación.
Jiménez dijo que la filtración representa “falta de criterio e irresponsabilidad”, que transgrede la obligación del servicio de “resguardar nuestra información. Es una infracción de normas que rigen en la institución”.
Las acusaciones a la familia de Pinochet emanan del juicio por las millonarias cuentas que el extinto ex dictador ocultó en bancos extranjeros.
NIEGA HÉCTOR FEBRES CARGOS DE TORTURA
“Quiero negar todos los cargos que acá se me han imputado”. Con la misma concentración con que dicen torturaba, Héctor Febres, subprefecto retirado e integrante de la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) de Argentina, el más emblemático de los centros ilegales de detención de la última dictadura argentina, inauguró ayer la lista de los cuestionados juicios en que se desdobló la megacausa reabierta en 2003, tras la anulación de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final.
Fue una jornada larga y en donde “Selva”, con sus 66 años, sus canas y sus 110 kilos que le dieron el otro sobrenombre en las catacumbas de “Gordo”, llegó hasta dormirse por momentos. Escuchó los cargos que el fiscal Eduardo Taiano le imputó, a través de las lectura de las 246 fojas del expediente que el juez Federal Sergio Torres, a pesar de los pedidos de las víctimas y de los defensores para que se pospusiera el juicio, decidió desoír.
A partir de ayer sólo se le juzgará por cuatro delitos: la desaparición y torturas contra Carlos Lordkipanidse, Carlos García, Josefa Prada de Olivieri y Alfredo Margari, durante sus respectivos cautiverios en la ESMA entre 1976 y 1981. Ahí estaban ellos ayer para incriminarlo, esta vez frente al hombre que según ellos “era de los más feroces represores” que operaban en la “huevera” (la sala de torturas).
Ni la feroz golpiza y torturas que terminaron con la vida de Raimundo Villaflor y por la que todos los testigos acusan a Febres, entre otros múltiples cargos, fueron tenidos en cuenta por el juez Torres.
