El 56 por ciento de los encuestados opina que el número de marchas y manifestaciones en el país ha aumentado.
La gobernabilidad es un aspecto central en toda sociedad. Su ausencia denota precariedad institucional y reglas de convivencia política caracterizadas por la incertidumbre. ¿Cómo evalúan los mexicanos la gobernabilidad del país? ¿Quiénes son más optimistas y quiénes son más pesimistas? Para contestar estas interrogantes en la encuesta nacional Ipsos-Bimsa se desarrolla una batería de preguntas que sirven de indicadores de la gobernabilidad del país y que permiten construir un Índice de Gobernabilidad (IG).
El IG busca medir la percepción de los ciudadanos en cinco áreas clave para el desarrollo del país: 1) política institucional, en particular la relación entre poderes y entre partidos; 2) protestas sociales como marchas, plantones y toma de tierras; 3) Estado de Derecho, en particular la obediencia a la Ley por parte de autoridades y de ciudadanos; 4) corrupción, tanto entre los ciudadanos como en los diferentes niveles de gobierno y 5) delincuencia, a nivel nacional y local.
Resultados
El análisis de la gobernabilidad del país, según la encuesta realizada, arroja los siguientes resultados. En el ámbito de la política institucional hay más optimismo sobre las relaciones Ejecutivo-Legislativo que sobre las relaciones entre partidos políticos. Se percibe una mejoría notable (45 por ciento) en la relación Ejecutivo-Legislativo. Por otra parte, la población consultada distingue correctamente que la relación entre el Partido Acción Nacional y el Revolucionario Institucional es mucho mejor que la relación entre el primero y el de la Revolución Democrática: casi la mitad de los ciudadanos encuestados (45 por ciento) opina que la relación PAN-PRD ha empeorado en el último año y sólo 26 por ciento opina lo mismo de los vínculos PAN-PRI.
Las opiniones negativas de los ciudadanos consultados predominan en el tema de las protestas sociales en el país: 56 por ciento opina que, en comparación con el año anterior, el número de marchas y manifestaciones ha aumentado en el país y 51 por ciento dice lo mismo de los plantones y bloqueos. Sin embargo, cuando se pregunta sobre las protestas sociales en la ciudad o localidad donde viven los entrevistados, se registra un mayor optimismo: 36 por ciento opina que las marchas en su ciudad han disminuido en el último año y sólo 29 por ciento dice que han aumentado.
En el tema de Estado de Derecho también predominan las opiniones negativas: 36 por ciento opina que la obediencia a la Ley por parte de ciudadanos y autoridades ha disminuido en el último año. Sólo una cuarta parte opina que ha aumentado. En el tema de corrupción predomina el pesimismo, pero la población es particularmente crítica con lo que ocurre a nivel nacional y estatal. Casi la mitad de los entrevistados (47 por ciento) opina que la corrupción en el Gobierno Federal ha aumentado en el último año. En cambio, sólo 32 por ciento dice lo mismo de la corrupción entre ciudadanos.
La delincuencia es uno de los principales problemas del país y es comprensible que en esta área impere el desánimo. Sin embargo, hay inconsistencia en las opiniones. Se percibe en forma extremadamente negativa lo que ocurre en el país, pero hay más optimismo cuando la evaluación es a nivel de la colonia o ciudad donde viven los entrevistados: 68 por ciento considera que en el último año ha aumentado la delincuencia en el país (14 por ciento cree que ha disminuido). A nivel colonia se percibe otro panorama: sólo 37 por ciento cree que ha aumentado la delincuencia y 27 por ciento opina que ha disminuido.
En varias de las áreas analizadas (delincuencia, protestas, corrupción) es evidente la dicotomía país-ciudad: hay percepciones más favorables sobre la vida local que sobre la vida nacional. Dicho de forma coloquial: los mexicanos no opinan cómo les va en la feria. Su opinión sobre lo nacional está condicionada en buena medida por lo que ven y escuchan en los medios de comunicación. En la medida que eventos negativos a nivel local sean noticia nacional, predominará el pesimismo en la evaluación del país.
En una escala de 0 a 100, donde 100 es que todos los ciudadanos observan una mejoría en los diversos indicadores de gobernabilidad y cero que todos observan un deterioro, el Índice de Gobernabilidad registra un valor de 45, lo cual es consistente con las opiniones poco favorables que hay en diversos rubros, salvo el de política institucional. El valor del índice en abril-mayo es prácticamente igual al registrado en enero de este año. Quienes tienen una visión más favorable de la gobernabilidad del país son los simpatizantes del PAN, los habitantes de zonas rurales y los universitarios. Las posturas más críticas, en cambio, se dan entre los ciudadanos independientes, los perredistas, los jóvenes y las mujeres.