La denuncia ciudadana es una herramienta en el combate al narcomenudeo.
Fuga de información de las corporaciones en Durango causa temor a represalias tras denuncias
DURANGO, DGO.- Decidió denunciar a sus vecinos narcomenudistas y resultó decepcionado por la autoridad. Confiado en que se aplicaría la ley, dio aviso del delito y, en respuesta, recibió amenazas de muerte que lo obligaron a cambiar de domicilio.
Prefiere omitir su nombre por cuestiones de seguridad; por eso, se le llamará Genaro. Cuenta que al percatarse de que al lado de su casa se vendía droga acudió a las instancias correspondientes para denunciar el hecho; el error, reflexiona, fue otorgar sus datos personales.
La fuga de información fue inmediata, pasó poco tiempo para que los delincuentes le amenazaran por su valor civil; fue así que decidió mudarse.
Y la suerte en su nuevo hogar no es distinta. Por su colonia hay una paletería que en realidad sólo vende droga pero, con su mala experiencia, prefiere mantenerse al margen de la situación.
DESENGAÑO
La desconfianza hacia las autoridades al momento de denunciar es algo común, diserta Héctor Loom Juárez, delegado del Consejo Nacional de Organizaciones No Gubernamentales.
Para el combate del narcomenudeo se requiere de la participación de la sociedad, pero para esto debe existir la seguridad plena de que sus imputaciones serán atendidas.
“No nada más denunciando vamos a ganar algo; si no tenemos la conciencia de que la autoridad actuará, pues seguiremos sin la cultura de la denuncia”, establece el activista social.
Una opción para los ciudadanos es interponer sus denuncias por escrito, ya que de esta forma tiene que haber una respuesta por el mismo medio y así se puede constatar si en realidad se le dio seguimiento o no.
“Es muy riesgoso, efectivamente, entrarle a esto de la denuncia pero si nosotros no lo hacemos, corremos el riesgo de que se dañe a nuestra familia, a nuestros jóvenes, a las nuevas generaciones que están a expensas de los puchadores”, medita Loom Juárez.
Desde su punto de vista, muchas de las denuncias ciudadanas quedan en el olvido. “Cuando detienen a alguien que se dedica al narcomenudeo, nos damos cuenta que sale inmediatamente, esto no es parejo, creemos que si Durango es el primer lugar en consumo de ‘cristal’ sucede algo muy grave”, declara.
Sólo para recordar
El 11 de enero del 2006, el entonces secretario de Seguridad Pública federal, Eduardo Medina-Mora Icaza, visitó la entidad para dar inicio al Programa de Denuncia Anónima 089.
Ya para el 13 de enero del mismo año, la Policía Ministerial informó que el Programa de Denuncia Anónima 089 arrojaba la primera detención, tratándose de un “puchador” y dos compradores de droga, en la colonia Luis Echeverría, situación que reprobó rotundamente el ex secretario de Seguridad Pública, Juan Francisco Vázquez Novoa, por el hecho de dar a conocer a la luz pública esta situación, argumentando que se pone en peligro la integridad del acusador.