Hablar de ecología es casi una obligación en estos tiempos. Y no es para menos, pues últimamente los seres humanos, con la torpeza que nos caracteriza, hemos decidido destruir el planeta en que vivimos. La falta de conciencia ecológica ha causado grandes daños y si no actuamos a tiempo, la vida será más dura aún que en un régimen priista. Para ser sincero tengo una idea mediocre de lo que es la ecología. Sé que esta disciplina científica va más allá del cuidado de los animalitos o de plantar árboles por todos lados.
Los científicos dicen que la ecología trata de las relaciones entre los organismos y su ambiente pasado, presente y futuro. Dicen también que esas relaciones incluyen las respuestas ecofisiológicas de los individuos, la estructura y dinámica de las poblaciones, la organización biológica de las comunidades, el flujo de energía y materiales en los ecosistemas a diferentes escalas desde la local a la global.
¿Pero eso con qué se come? Hace falta que nuestros gobernantes, a través de los funcionarios pertinentes, nos expliquen qué es la ecología y qué medidas tomar para el cuidado del medio ambiente. Así lo han hecho las autoridades en diversas ocasiones, dando consejos de cómo fomentar las prácticas ecológicas en el hogar. La conservación de nuestro planeta es una responsabilidad de todos.
Sin embargo, no creo que el agujero en la capa de ozono haya sido provocado por las amas de casa inconscientes. No soy de las personas que acusan al Gobierno de ser el responsable de todos nuestros males. Cuando tenemos gripe, por ejemplo, no es por culpa de nuestros gobernantes y jamás leerá usted un artículo en el que me atreva a acusar al secretario de Salud de que yo haya caído en cama por culpa de esta molesta enfermedad.
Pero en el caso ecológico no se puede negar que el Gobierno ha contribuido a la degradación del medio ambiente. El Gobierno es quien aprueba la instalación de tal o cual industria, sin fijarse, muchas veces, en lo contaminante que podría ser. El Gobierno es el encargado de penalizar los daños al medio ambiente que muchas veces con una ?mordida? pasan desapercibidos. El Gobierno es el encargado de evitar que los vehículos contaminen. El Gobierno es el encargado de censurar el uso de ciertas fuentes de energía.
El Gobierno debe evitar los incendios forestales mediante una campaña de conciencia y sobre todo, con un equipo capaz de apagar hasta el fuego de un recién casado. Pero el Gobierno no hace muchas de estas cosas y cree que con plantar unos cuantos árboles está cumpliendo con la conservación del medio ambiente.
Aplaudo cualquier esfuerzo para promover el cuidado del medio ambiente.
La Laguna ha dejado de ser la región limpia de otros años. Ahora es común calles sucias, basura regada, alcantarillas bloqueadas por desechos, arroyos contaminados y terrenos baldíos convertidos en basureros. ¿Qué ocasiona esta situación? Puede atribuirse a muchos factores, desde un sistema deficiente de recolección de basura, hasta la abundancia de perros callejeros que se encargan de regar por toda la calle los desechos que estaban contenidos en una bolsa. Sin embargo, la causa principal de la abundancia de la basura en toda ciudad es la falta de cultura ecológica. Cuando un ciudadano saca la mano por la ventanilla de su automóvil y arroja a la calle una ?inocente? bolsa de frituras, no imagina en realidad el daño que está causando. Además de la contaminación visual que genera, la pereza de ese ciudadano provoca un daño ambiental. Según estudios de ecologistas, una lata de aluminio tarda en descomponerse más de 200 años, un envase plástico hasta 400 años, un neumático más de 500 años. De esta manera, resultan alarmantes las consecuencias que se tienen por arrojar en la calle una simple bolsa de plástico.
Por eso, autoridades y ciudadanos debemos luchar diariamente por mantener limpio nuestro entorno. Con ello, conseguiremos una mejor calidad de vida.
Javier_fuentes@hotmail.com