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Cofipe y libertad| Jaque Mate

Sergio Sarmiento

“La libertad no hace felices a los hombres. Los hace, simplemente, hombres”.

Manuel Azaña

Al final los legisladores se echaron para atrás. En la iniciativa del nuevo Cofipe sometida al Senado se dice que los “lineamientos” que el IFE dará a los medios de comunicación para su cobertura política serán simples “sugerencias”. Los políticos no se atrevieron, pues, a establecer una censura formal.

La incongruencia fundamental, no obstante, sigue presente. ¿Para qué ordenar al IFE que dé “lineamientos” a los medios de comunicación para su cobertura política? Si son simples sugerencias, como dicen, no tienen sentido; una ley sin sanción no es ley. Pero si son obligatorios, constituyen una censura.

Los legisladores han eliminado un absurdo que venía en la redacción original del nuevo Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales. Esa versión disponía que el Instituto Federal Electoral presentara los lineamentos de cobertura de campaña a la Cámara de la Industria de la Radio y Televisión. Pero como se apuntó oportunamente en esta columna, la CIRT no representa a todas las emisoras de radio y televisión de nuestro país. Las que trabajan con permisos en vez de concesiones no están en la Cámara; pero en estos tiempos, en que la ley garantiza la libertad de asociación, tampoco todas las privadas pertenecen a ella. Así, el IFE estaría dando línea a los medios miembros de la Cámara, pero no a los que estuvieran fuera. Se creaba así un incentivo perverso para que las emisoras se desafiliaran o no se incorporaran a la CIRT con el fin de escapar la censura.

Nuestros legisladores, sin embargo, no han perdido sus instintos corporativistas. En lugar de ordenar al IFE dar línea directamente a los directivos de los medios de comunicación o a los periodistas —a lo cual no se atreven— la nueva legislación señala que los consejeros del IFE deberán reunirse “con las organizaciones que agrupen a los concesionarios y permisionarios de radio y televisión, para presentar las sugerencias de lineamientos generales aplicables a los noticieros respecto de la información o difusión de las actividades de precampaña y campaña de los partidos políticos” (Artículo 49-7).

¿Desaparece la amenaza a la libertad de expresión por el hecho de que los lineamientos sean “sugerencias”? La verdad es que no tenemos certeza. Para empezar, no sabemos cuáles serán esos lineamientos que el IFE sugerirá a las organizaciones que representan a los medios. El Cofipe no da criterios para estos lineamientos. No dice tampoco cómo se dará línea a las emisoras que no pertenezcan a organizaciones corporativistas. No sabemos, finalmente, qué harán el IFE o los partidos políticos si los medios desobedecen los lineamientos “sugeridos”.

El nuevo texto del Cofipe no le da al IFE la facultad expresa de sancionar a los medios por no cumplir los lineamientos, pero el mismo Artículo 49-7 establece que “los acuerdos” a los que lleguen el IFE y los representantes de los medios de comunicación “serán formalizados por las partes y se harán del conocimiento público”. ¿Qué acuerdos? ¿No eran sugerencias? ¿Buscará el IFE presionar a los representantes de los medios para que acepten sus lineamientos a través de estos acuerdos? ¿Y qué pasará si los medios se niegan a aceptar los acuerdos corporativistas?

Algunos comentaristas de medios escritos opinan que los lineamientos no son una verdadera censura debido a que el Cofipe anterior también los consideraba. Ninguno, sin embargo, los aceptaría en su propio trabajo.

Tampoco me queda claro que los medios escritos aceptarían el “derecho de réplica” añadido al nuevo Artículo sexto de la Constitución y reglamentado vagamente en el Artículo 233-3 del Cofipe que se va a votar en el Congreso. Éste se basa en la fairness doctrine de Estados Unidos, eliminada en ese país precisamente por su inhibición a la libertad de expresión.

Cualquier afirmación política en un noticiario puede llevar ahora a una avalancha de réplicas que consuman todo su tiempo. La situación es peor en México de lo que era en Estados Unidos porque el derecho de réplica se ejercerá no cuando lo ordene un juez sino cuando los partidos políticos, los precandidatos y los candidatos –a los ciudadanos comunes y corrientes no se les da el derecho— “consideren” que la información “ha deformado hechos o situaciones referentes a sus actividades”. Basta así con que un político lo diga para obtener tiempo gratuito en los medios.

Los propios legisladores parecen tener la conciencia intranquila. Por eso encuentran necesario señalar en la exposición de motivos de la nueva ley que “Ninguna de las propuestas que contiene el Cofipe que sometemos a consideración de la soberanía del Congreso de la Unión contiene restricción o limitación alguna al ejercicio de la libertad de expresión consagrada en nuestra Constitución”. Qué puede uno decir: a explicación no pedida, acusación manifiesta.

PISTA DE HIELO

Marcelo Ebrard logró lo que buscaba con su pista de hielo: opacar las celebraciones por el primer año de Gobierno de Felipe Calderón. En su esfuerzo por construir una campaña la Presidencia de la República para él o para Andrés Manuel López Obrador, el jefe de Gobierno del Distrito Federal mantiene en mente el viejo principio de los políticos romanos: a la plebe hay que ofrecerle pan y circo.

Página de Internet: www.sergiosarmiento.com

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