Pemex debe encontrar la forma de sustituir la disminución de la producción de Cantarell con otros yacimientos. (Agencias)
Las opciones son parciales y transitorias: además de sustituir la caída en la producción, Pemex debe revisar la política energética
EL UNIVERSAL
MÉXICO, DF.-La producción de Cantarell, el yacimiento más grande de México —y el segundo por su producción en el mundo— desciende más rápido de lo proyectado. No hay opciones más que parciales y transitorias para reemplazar la extracción del campo que provee más de 60 por ciento de la producción total de crudo del país. Y por si fuera poco, el descenso de la producción de Cantarell se acelera precisamente cuando las reservas probadas de petróleo cayeron casi 50 por ciento en los últimos seis años y las finanzas públicas se nutren de los ingresos petroleros en 37 por ciento. La producción petrolera equivale a 9.8 por ciento del PIB.
México tiene reservas probadas de petróleo sólo para los próximos nueve años, manteniendo el actual ritmo de producción y de reposición. En diciembre pasado la producción fue de poco menos de tres millones de barriles diarios (mbd). Algunos analistas comienzan a prever que en unos años la producción de México caería a dos millones de barriles al día. México exporta actualmente 1.8 mbd, 79 por ciento a Estados Unidos.
Tres salidas
De la situación de Cantarell se derivan tres cuestiones. La primera, que Pemex debe encontrar la forma de sustituir la disminución de la producción de Cantarell con otros yacimientos. Hasta ahora sólo en forma parcial y transitoria entraría la producción de Ku-Malloop-Zap (KMZ) que reforzaría parcialmente la producción de crudo en los próximos tres años antes de comenzar a declinar con alrededor de 445 mil barriles diarios. El asunto no es sencillo si se considera, comparativamente, que en la zona norte del golfo de México el mayor yacimiento produce 250 mil barriles diarios. El petróleo es un recurso no renovable.
Cantarell es, hoy por hoy, el sostén principal de la industria petrolera de México. Pueden representar un cierto alivio los elevados precios del petróleo, que se mantendrán dado el crecimiento de la demanda y el apretado balance con la oferta, y yacimientos que antes no se explotaban por caros podrían comenzar a tener sentido.
La segunda cuestión es que en el mediano y largo plazos, Pemex tendrá que realizar importantes inversiones para hacer productivos algunos campos petroleros que son sólo reservas probables; también deberá incrementar la exploración para ubicar más yacimientos y extraer petróleo a mayores profundidades, lo que demanda desarrollo tecnológico.
El problema es que Pemex está descapitalizado por la sangría que le ha impuesto su aportación al fisco y su consecuente obligado endeudamiento. ¿Inversión privada… inversión extranjera? Es riesgoso, comprometido, pero además no es sencillo, habría que hacerse cargo de la opinión de 76 por ciento de los mexicanos que consideran que el Gobierno no debiera permitir que extranjeros inviertan en producción, exploración y distribución de petróleo, aunque 62% de los líderes (o las élites) consideran que sí debe hacerlo, de acuerdo con la encuesta México y el mundo 2006 (CIDE-Comexi).
Una tercera cuestión que destapa la reducción de la producción de Cantarell es la necesaria revisión de nuestra política energética, de los ritmos de extracción de un recurso no renovable, de los niveles de exportación. Porque cuando se dice que las reservas probadas alcanzan para nueve años, necesariamente se plantea la interrogante de ¿y después qué? Si la producción y venta de petróleo se redujera, México enfrentaría un gigantesco desequilibrio fiscal: 37% de los ingresos de la Tesorería provienen del petróleo, lo que es mayor que la recaudación por ISR o por IVA. ¿Qué haría México si dejara de ser exportador de petróleo y, más aún, si se llegara a convertir en país consumidor? La catástrofe económica no tendría paralelo.
Declinación
Una pregunta importante que no tiene una respuesta sencilla es ¿qué tan rápido descenderá la producción de Cantarell? ¿Cómo sustituir a Cantarell, que produce casi las dos terceras partes? Hasta ahora declina más aceleradamente de lo previsto. El gigantesco campo petrolero produce 1.78 millones de barriles diarios (mbd), lo que equivale a una reducción de 13 por ciento, se espera que este año descienda otro 15 por ciento ubicándose en 1.5 mbd; que en cinco años la producción sea de alrededor de 700 mil barriles al día, lo que equivaldría a 50 por ciento de la producción de Cantarell en diciembre de 2006.
¿Podría presentarse un colapso súbito? Pemex desestima esta posibilidad. La experiencia de los ingenieros petroleros es que una vez que la producción de un yacimiento comienza a declinar no se recupera, a menos que se haga algo que técnicamente funcione para elevar la producción, y por el momento no parece ser el caso. Cantarell se agota.
Desde 1976 cuando se probaron las reservas de Cantarell, ni en México ni en el mundo se ha descubierto un yacimiento de petróleo mayor o similar, ninguno que produzca más de un millón de barriles al día. Actualmente sólo el campo petrolero de Ghawar en Arabia Saudita, con una producción de 4.5 mbd, es mayor que Cantarell. Otros yacimientos gigantes en el mundo que tuvieron capacidad de producción de más de un millón de barriles diarios también se agotan: el de la bahía de Prudhoe en Alaska, el de Da Qing en China, Bergun en Kuwait y el de Samotlor en Rusia. La referencia es importante porque muestra la imposibilidad de sustituir la producción de Cantarell con un yacimiento similar en dimensión.
Cantarell, además de un gran yacimiento, fue una hazaña tecnológica para la explotación, Pemex invirtió, construyó y puso en marcha (1998) un vasto sistema de extracción con inyección de mil millones de pies cúbicos de gas nitrógeno al día para mantener la presión de las reservas y elevar la producción, la duplicó. El petróleo es un recurso no renovable y Cantarell se agotará, más temprano o más tarde.