Miles de personas se manifestaron hoy, en las principales calles de Colombia, para exigir a los grupos armados ilegales la liberación de todos los secuestrados y la entrega de los cadáveres de los muertos en cautiverio. (EFE)
Más de un millón de colombianos se volcó contra el secuestro participando en diversas ciudades del país en marchas, cadenas humanas, misas, conciertos o batiendo cacerolas para lanzar un grito de rechazo y dolor contra el cautiverio de miles de personas.
Colombia clamó hoy a las calles en una protesta sin precedentes contra el secuestro, con la esperanza de que la guerrilla de las FARC y otros grupos armados escuchen el clamor nacional por la liberación de los cautivos y la entrega de los cuerpos de quienes han muerto privados de la libertad.
La convocatoria unió como nunca antes a este país de 42 millones de habitantes, de los cuales más de tres mil 100 están secuestrados por las FARC, otros grupos armados ilegales y la delincuencia común, y mil 269 han muerto en cautiverio en los últimos diez años, según datos de distintas organizaciones sociales.
El país, que parecía anestesiado por el drama del secuestro, despertó hoy de su letargo con las campanadas, silbatos, sirenas y bocinas que millones de personas hicieron sonar en las calles a lo largo y ancho del territorio para expresar su solidaridad con los secuestrados y sus familias y condenar a los autores de este delito.
El presidente colombiano, Álvaro Uribe, encabezó en Bogotá las manifestaciones de repudio al secuestro, que tuvieron como principal destinatario a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), cuyas acciones precipitaron la jornada de protesta de hoy.
Las manifestaciones fueron convocadas por el gobernador del Valle del Cauca (suroeste), Angelino Garzón, y respaldadas por el gobierno y todos los sectores de la sociedad, en protesta por la muerte de once de los doce diputados de ese departamento que las FARC tenían secuestrados desde el 11 de abril de 2002.
Esa guerrilla informó hace una semana en un comunicado que los diputados murieron el pasado 18 de junio en un "fuego cruzado" con "un grupo militar sin identificar", y exige al gobierno una serie de condiciones para devolver los cadáveres, lo que ha indignado a la sociedad colombiana.
La movilización paralizó al mediodía de hoy durante cinco minutos las actividades en el país y en las grandes ciudades como Bogotá, Medellín y Cali, colapsó el tráfico automotor.
La jornada se caracterizó por una multitudinaria participación de ciudadanos -ríos humanos como lo describían la radio y la televisión-, que con pañuelos blancos, pancartas, banderas y fotografías de los secuestrados, clamaron por su liberación.
"Esta manifestación (...) tiene que perdurar hasta que tengamos una Colombia en paz, libre de secuestro y de odio", dijo Rubiano en el la en la Catedral Primada.