No sé cuál es la mayor tragedia. Si la opacidad, el descaro o la manera en que se le resta importancia al asunto.
Me refiero al cuento chino que al parecer ni es tan cuento ni tan chino.
La opacidad que envuelve este asunto alcanza para mil especulaciones o por lo menos, para una novela destinada a convertirse en éxito de librería (muchas personas aún no se percatan que la realidad mexicana supera la ficción).
¿Qué tan complicado puede ser precisar la ubicación de dinero?
En algún otro país no sé; aquí, si se trata de mucho dinero, su origen puede ser ilícito y en el cuento podrían estar involucradas altas autoridades, puede ser muuuuy complicado.
Una nota publicada en La Jornada (julio 14 de 2007) señala que versiones oficiales dieron a conocer, en dos momentos distintos, tres lugares diferentes en los cuales se resguardaba el dinero incautado al chino-norteamericano-mexicano Zhenli Ye Gon.
Primero, el Servicio de Administración y Enajenación de Bienes (SAE), dependiente de la Secretaría de Hacienda, dijo a La Jornada que el dinero estaba depositado en el Banco Nacional del Ejército, Fuerza Aérea y Armada (Banjército), de donde fue enviado al Banco de la Reserva Federal del Tesoro de Estados Unidos.
Dos días después y de manera oficial el SAE precisó que el dinero se había depositado en Bank of America. Más aún, detalló que había generado intereses por un monto “ligeramente superior a 1.6 millones de dólares”.
¿Por qué se había depositado en un banco norteamericano? Misterio.
Por último, hace 15 días un comunicado conjunto de Hacienda y el SAE afirmó que los recursos asegurados estaban depositados en el Banco de México a favor de la Tesorería de la Federación.
No para ahí el cuento.
¿Qué tan complicado puede ser contar bien el dinero?, por mucho que éste sea y por muy dólares o euros que sean.
En nuestro país obviamente puede ser muuuy complicado.
En la nota de La Jornada se lee que un comunicado del SAE del 4 de julio habla de “204 millones 105 mil 676 dólares, luego que se cubrieron diversos gastos, entre ellos, pago de seguros traslados, comisiones por conteos y autentificaciones (cinco en total), además de la detección de 21 mil 90 dólares falsos”.
Pero el comunicado que precisó que el dinero se encontraba en el Banco de México señalaba como cantidad “204 millones 370 mil 344.19 dólares”, ¿de dónde salieron 264 mil 668 más?
En esa misma nota periodística se apunta que el procurador fiscal de la Federación, Luis Mancera, aseguró en entrevista que ese dinero es inembargable y que Banjército cobró una comisión de un millón 500 mil dólares “por la autentificación y el manejo del billete” (curiosamente esa cantidad se parece al monto que el SAE reportó como intereses generados).
Pero el pasado viernes leo que el inembargable dinero ya se repartió. Con el cuento de que los recursos causaron abandono a favor del Gobierno Federal, el dinero se repartió en partes iguales entre la Secretaría de Salud, el Poder Judicial de la Federación y la Procuraduría General de la República.
Lo anterior se dio a conocer en una conferencia de prensa realizada en Los Pinos. Y la nota señala que la cantidad que a cada instancia corresponderá equivale a “68 millones 715, 129 dólares”.
Si multiplico por tres esa cantidad (porque entre tres se la repartieron) me da un total de…. ¡206 millones 145 mil 387! Un millón 775 mil 43 dólares más que la última vez que leí algo sobre las cuentas chinas. ¿De dónde salió?
Pero tengo otra pregunta, ¿no debió resguardarse el dinero hasta desenredar el cuento? Porque hasta donde sé los bienes que se incautan en un acto que puede ser un delito se guardan hasta que el juez decida. ¿Por qué en este caso no?
Y en medio de todo, nuestra especialidad: trivializar el asunto. La ya famosa frase “coopelas o cuello” (cooperas o te corto el cuello) con la que Ye Gon dice que lo amenazó el ahora secretario del Trabajo para entregar dinero a favor de la campaña del actual presidente de la República, ya aparece en canciones, camisetas, timbres de celulares y bromas entre cuates.
Total, un escándalo de novela, más preguntas que respuestas, el dinero repartido, la frase famosa a ritmo de cumbia y colorín colorado, en México nada ha pasado.
Apreciaría sus comentarios:
cecilialavalle@hotmail.com