Columna de Brizio
Le voy al Santos
En estos días previos al inicio de la fase final del campeonato mexicano, resulta difícil sustraerse al clima de emoción que esto genera y la apuesta y el reto se hacen acompañar de la eterna pregunta: ¿quién va a ser campeón, mi jefe?
Este cuestionamiento lo he escuchado cientos de veces en esta semana, al grado de ponerme a pensar, seriamente, la respuesta y luego de meditarlo llegué a la conclusión de que le voy al Santos.
Primero compartiré con usted, amable lector, los argumentos por los que creo los otros siete participantes no ceñirán la corona a sus sienes, respetando por supuesto el gusto de cada quién y su derecho a irle al equipo que se le pegue la gana.
Monarcas ha hecho más de lo previsto aunque poco para la planeación de la temporada; echaron a las Águilas y aunque eso debe mentalizarlos creo que toparán con pared ante el cuadro lagunero.
Los Pumas son una incógnita, pues su pase dependerá de esa contundencia que de pronto aparece y luego los abandona. Sólidos en defensa y bien dirigidos por Ferreti, buscarán hacer la travesura al Diablo, cosa que veo difícil suceda.
La Máquina Celeste está herida pero no muerta y jamás se le debe descartar pero aunque pase la aduana de Cancún, su propia irregularidad juega como argumento en contra. La vuelta ante Atlante será excitante.
Los “Gladiadores” del San Luis sacaron agónico empate en casa ante una Chivas que corrieron con suerte. Me cae bien el equipo potosino y su entrenador Raúl Arias pero creo que la eliminatoria está del lado tapatío.
Guadalajara equivocó el planteamiento en San Luis y de no ser por Luis Michel que está convertido en un arquerazo, se hubiera llevado una goleada. Siempre hay que contar con ellos y ya los veo en semifinales.
Atlante desplegó, por momentos, el futbol más vistoso del torneo; fueron generosos en la propuesta, incluso a pesar de que son horribles en defensa pero lo suplen con un gran corazón. Tienen en Federico Vilar a un portero solvente que además lidera al cuadro y a un goleador temible como el venezolano Giancarlo Maldonado quién puede colaborar a descarrilar a la Máquina.
Toluca será, llegado el momento, el más peligroso aspirante al título pues llega embalado y dominando perfectamente su estilo de juego. Cristante es una garantía por su experiencia, Da Silva es el mejor defensa en la actualidad y que decir de Vicente Sánchez y sus genialidades.
A Santos lo veo sólido, físicamente impecable, unido y en comunión con ese público que hace valer la localía. No en vano fue el mejor equipo del torneo e intratable se mostró como anfitrión así que no me cabe duda que será el campeón.
Esta convicción me la reafirmaron dos buenos amigos, Ricardo Barroso y Jaime Ramírez, laguneros ellos, derechos, amenos y que me resultaron más vagos que un recuerdo y cuyos argumentos a favor del cuadro santista me parecieron irrefutables.
En fin, los factores externos pueden influir como el clima, el error o el arbitraje pero mientras señores, ¡le voy al Santos!