Guatemala tiene una democracia inestable sofocada por la exclusión y la miseria, con el 75 por ciento de los 13 millones de habitantes que vive en la economía informal y con un largo historial de golpes de Estado y represión. (Archivo)
El próximo 9 de septiembre habrá comicios presidenciales en un marco de violencia electoral con al menos 50 asesinatos políticos.
Hundida en un turbio escenario de dinero “sucio” que el crimen organizado habría filtrado a campañas electorales, con 50 asesinatos políticos, creciente violencia y oscuras complicidades, Guatemala avanza hacia los comicios generales del próximo 9 de septiembre bajo una sombra de dudas y temores y como un viejo pueblo sometido al control de un puñado de poderosos mafiosos y pistoleros.
Con poco más de 10 años de haber salido de un sangriento conflicto armado que, de 1960 a 1996, dejó más de 200 mil muertos y desaparecidos y la herencia de desconfianza entre aparatos del régimen oligárquico-militar de derecha y de las antiguas fuerzas guerrilleras de izquierda, Guatemala enfrentará la sexta elección presidencial desde 1985.
Guatemala tiene una democracia inestable sofocada por la exclusión y la miseria -el 75 por ciento de los 13 millones de habitantes vive en la economía informal- y con un largo historial de golpes de Estado y represión. A ello se suman las reiteradas denuncias sobre el presunto financiamiento de algunas campañas con recursos provenientes del crimen organizado y en especial, de las mafias guatemaltecas del narcotráfico.
“Es necesario exigir a partidos y candidatos rendir cuentas al Tribunal Supremo Electoral sobre gastos y origen de fondos”, dijo Silke Pfeiffer, directora para América de Transparencia Internacional, coalición mundial anticorrupción. “Hay muchos hoyos”, describió.
Pfeiffer afirmó que “hay que ver si el Tribunal hace controles y cruces entre los gastos reales y lo que reportan los partidos, ya que hay algo sucio y oscuro”.
Al insistir en que “cada vez es más difícil el seguimiento del dinero” que entra a la campaña, planteó que todos deben abrir cuentas y listas de donantes, montos, fechas y uso de recursos, para evitar “que esa ‘plata’ se esconda”.
Los candidatos favoritos son Álvaro Colom, del partido Unidad Nacional de la Esperanza (UNE) -socialdemócrata-, con el 22 por ciento de la intención de votos y el general retirado Otto Pérez, del Partido Patriota (PP), con el 17.5 por ciento, según una encuesta publicada ayer por el matutino Prensa Libre.
En tercera posición se ubica Alejandro Giammattei, de la Gran Alianza Nacional (Gana), partido en el Gobierno, con una intención de voto del 7.67 por ciento, seguido del académico Eduardo Suger, con el 5.41 por ciento.
La Premio Nobel de la Paz 1992, la activista indígena Rigoberta Menchú, candidata presidencial del partido Encuentro Por Guatemala, aparece en el quinto lugar con el 4.13 por ciento.
Luego se ubican otros nueve candidatos presidenciales con porcentajes de votos de entre el 2 y el 0.08 por ciento.
HACEN LLAMADO
La situación de violencia en la campaña llevó a la Iglesia Católica en Guatemala a pedir a los 3.5 millones de electores guatemaltecos que no voten por candidatos sospechosos de pertenecer al narcotráfico o al crimen organizado, porque sería “una acción moralmente incorrecta”.
En un documento de los obispos guatemaltecos, la Conferencia Episcopal alertó que votar por ese tipo de políticos sería “una gran irresponsabilidad” y “una clara complicidad. Negarles el voto a ellos es importante pero dárselo sería una gran carga sobre la conciencia del votante”.
La violencia electoral ha causado, en los últimos meses, la muerte de unos 50 dirigentes políticos -o sus familiares- que, aparentemente, se negaron a recibir dinero “sucio” para invertir en las campañas y ya instalados en el poder público con acceso a toma de decisiones legales y políticas en estratos gubernamentales, congresionales y locales, colaborar con las mafias. La Policía de Guatemala hizo un mapa de la violencia electoral y una lista negra de los sitios con más agresiones y asesinatos políticos.
La hija de 14 años de Manuel Baldizón, diputado y candidato a la reelección por la Unidad Nacional de la Esperanza, fue encontrada muerta la semana pasada junto a otras dos personas en el compartimiento de equipaje de un taxi, en un hecho de violencia que el partido califica como un ataque político.
La cifra de muertos “ya asusta”, escribió la periodista guatemalteca Dina Fernández en El Periódico, uno de los principales rotativos de Guatemala. “Resulta más inquietante todavía pensar que varios de estos crímenes pueden estar vinculados a pugnas del narcotráfico por tomar control de las organizaciones políticas o por allanarse el camino hacia la victoria”, puntualizó.
La Misión de Observación Electoral de la Organización de Estados Americanos (OEA) en Guatemala confirmó “el incremento de acciones de violencia” en el país y alegó que las víctimas mortales son dirigentes, autoridades y candidatos, lo que “afecta negativamente” el desenlace del proceso.
Asesinan a dos candidatos del partido de Menchú
Dos candidatos a la corporación municipal de San Raymundo, al este de Ciudad de Guatemala, por el partido que promueve la candidatura presidencial de la Premio Nobel de la Paz Rigoberta Menchú, fueron asesinados ayer a tiros por desconocidos.
La secretaria general del centro-izquierdista partido Encuentro por Guatemala (EG), Nineth Montenegro, dijo a periodistas que los candidatos “fueron ametrallados cuando se dedicaban a repartir propaganda” para las elecciones del próximo domingo.
El hecho ocurrió en el caserío El Guerrero de la comunidad de San Raymundo, ubicada a unos 35 kilómetros al este de la capital guatemalteca.
Las víctimas fueron identificadas como Wenceslao Ayapan, candidato a sindico primero de la corporación de San Raymundo y Esmeralda Huyu, candidata a concejal de la misma corporación.
“Es otro hecho lamentable e inexplicable. Los pasaron ametrallando sin mediar palabra, cuando ellos se dedicaban a repartir propaganda” , explicó Montenegro.
Con este hecho suman siete los miembros de EG que son asesinados en el país desde el pasado 2 de mayo, cuando se convocó a elecciones generales, las cuales han sido calificadas como las más violentas de los últimos 22 años.
