La Asamblea Constituyente se instaló el jueves y representa un "punto de no retorno de la revolución ciudadana" según el presidente Rafael Correa, cuyo partido domina el 60% del organismo que inauguró sus sesiones con largos discursos sobre su funcionamiento y la elección de la directiva.
Los asambleístas elegidos el 30 de septiembre se dieron cita en el complejo arquitectónico denominado Ciudad Alfaro, un lugar de 4 mil metros cuadrados de construcción ubicado en un cerro de esta localidad a unos 250 kilómetros al suroeste de Quito.
La Constituyente está integrada por 130 miembros, 80 de ellos oficialistas del partido Acuerdo País. Los únicos dos ausentes fueron el magnate bananero y ex candidato presidencial Alvaro Noboa y su esposa, Anabella Azín, del partido de oposición Renovador Institucional de Acción Nacional, quienes no presentaron ninguna excusa.
La sesión de instalación estuvo presidida por Alberto Acosta, el asambleísta más votado y ex ministro de Energía del presidente Rafael Correa, quien había dicho que la nueva Constitución debe configurar un estado con mayor presencia en todos los ámbitos y dejar atrás una Constitución "neoliberal" vigente desde 1998.
Los asambleístas tuvieron que hacer un receso obligado poco después de instalada la reunión debido a fallas en el sistema de sonido, que tras la pausa volvieron a repetirse, aunque en esta ocasión se mantuvieron laborando.
La Asamblea tiene la misión de redactar una nueva Constitución y reformar el marco institucional del estado.
En entrevista con el canal Ecuador TV, el primer canal estatal del país que se estrenó sus transmisiones junto a la Asamblea, Correa dijo que esta oportunidad de transformación del estado "es la oportunidad histórica de lograr cambios" y advirtió que si es desaprovechada "temo mucho que el próximo cambio va a ser violento, porque la gente no aguanta más".
"Espero que hagan esa transformación radical, profunda y rápida de las estructuras políticas, económicas y sociales de este país, es decir la revolución ciudadana", acotó el presidente, quien asumió el poder en enero de este año e impulsa el denominado "socialismo del siglo XXI".
Correa recordó que la Constituyente tiene "plenos poderes" y que hasta su cargo está sometido a decisión de ese organismo. Esa visión la comparten otros funcionarios excepto el Congreso que inició el miércoles sus vacaciones de fin de año.
El mandatario y constituyentes oficialistas anticiparon que entre las primeras decisiones que tomará la Constituyente estará la de prolongar el "receso legislativo" por el tiempo que funcione la Asamblea, al menos seis meses.
"Ningún poder constituido está por sobre el constituyente, dijo Fernando Vega, uno de los asambleístas de Acuerdo País.
La idea es evitar que "interfiera en los plenos poderes para evitar los cambios que hay que hacer y tener la libertad absoluta para diseñar democráticamente el mapa, la ruta del nuevo Ecuador", añadió.
Los partidos minoritarios temen ser aplastados por la contundente mayoría oficialista.
"Veamos lo que pasa. Yo creo que la votación de hoy (para elegir directivos) va a ser una primera demostración de si se quiere hacer una Asamblea como todos los Congresos o Asambleas tradicionales en el Ecuador donde unos mandan y los otros no", afirmó el constituyente Pablo Lucio Paredes, único representante de su movimiento Futuro Ya.
Gilmar Gutiérrez, líder del segundo partido más votado con 18 representantes, dijo que si el oficialismo decide copar la dirección de la Asamblea sería una muestra de que "quieren actuar al mismo estilo que la vieja partidocracia, las típicas aplanadoras que arrasaban con todo".
El asambleísta oficialista Fernando Vega negó que su grupo esté "ebrio de poder" y se vaya a convertir en una "aplanadora, en un monstruo que quiera comerse el país".