El FoodSaver y las bolsas especiales benefician nuestra salud, ya que evita que los alimentos no entren en descomposición ni pierdan cualidades como olor, textura o valores nutritivos.
Proteger los alimentos es una necesidad de todo mundo, hacerlo durante más tiempo es saludable y económico, para ello se han diseñado aparatos y materiales para lograrlo.
La descomposición de los alimentos comienza en unas cuantas horas al permanecer en una temperatura ambiente, pero el proceso se alenta al colocarlos en el refrigerador para conservarlos o al cocinarlos. Si de lo que se trata es de guardarlos en casa, entonces es momento de embolsarlos al alto vacío.
No se trata de un deseo, sino de una realidad, ya que existe un aparato capaz de sacar el aire de las bolsas plásticas especiales y conservar la comida durante mucho más tiempo y en las mejores condiciones.
Este método es relevante para la salud, pues permite evitar que las frutas, carnes, lácteos, mariscos y otras comidas no entren en descomposición ni pierdan cualidades como color, olor, textura o valores nutritivos.
Para mantener los alimentos frescos hace falta poseer el aparato El FoodSaver y las bolsas especiales, ambos productos de Oster. Se trata de una pareja que cuida a la familia y su economía.
El ingeniero en alimentos Ángel M. Vudoyra explica por qué hay que poner a salvo la comida: "La descomposición tiene varios orígenes, como los microorganismos procedentes de otros alimentos, del suelo, agua o aire que pueden producir alguna intoxicación en quien los consume".
Influye también la acción de factores como las enzimas de alimentos, insectos, la variación de la temperatura, luz y humedad, que en ocasiones alteran la estructura química de la comida disminuyendo su sabor, textura, coloración e incluso provocando la pérdida de su valor nutritivo.
La forma común de almacenamiento en las ciudades es la refrigeración.
Los expertos de Oster califican como adecuado el uso del vacío doméstico para la óptima conservación de los alimentos.
FoodSaver es un gran avance en la conservación de alimentos, ya que al dar un empaque al vacío, los alimentos mantienen sus propiedades durante un tiempo mayor al acostumbrado.
Es una unidad con una bomba de extracción de aire, que crea la misma calidad de vacío utilizada comercialmente. Las bolsas utilizadas están patentadas, fabricadas de un material plástico de cinco capas con diminutos canales de aire que evitan la formación de burbujas dentro de la bolsa cuando se extrae el oxígeno, causante de la descomposición.