A partir de los 35 años se empiezan a manifestar los signos de envejecimiento facial, como líneas de expresión, pigmentación desigual, poros visibles, manchas, etc.
Durante el día nuestro rostro realiza cerca de 15 mil movimientos faciales involuntarios con los cuales se expresan nuestros estados de ánimo (alegría, tristeza, amor, odio, sorpresa). Si bien éstos nos confieren individualidad, también provocan que aparezcan las llamadas líneas de expresión.
En pieles jóvenes estos pliegues cutáneos son mínimos, ya que la epidermis tiene niveles óptimos de hidratación y humectación, lo que le confiere suavidad y tersura.
Sin embargo, con el paso del tiempo, el organismo se altera y se vuelve más lento, de modo que ya no tiene las mismas cualidades de recuperación, lo que ocasiona que las líneas se conviertan en surcos y arrugas, las cuales, con los años, incrementarán en número y profundidad.
Las arrugas no son el único signo de la edad, ésta también se manifiesta con pigmentación dispareja, resequedad y falta de luminosidad.
Generalmente, es a partir de los 35 años cuando comienzan a observarse cambios en la calidad de la piel, siendo la más afectada la del rostro, que siempre está expuesta.
De acuerdo a las investigaciones que han realizado los laboratorios de las casas cosméticas, se concluyó que son siete los signos de envejecimiento facial.
1. Arrugas y líneas de expresión
Las primeras aparecen en el contorno de los ojos porque la piel de esa zona es hasta 15 veces más fina y delicada que la del resto del rostro.
La mayoría de las expresiones y gestos que hacemos inconscientemente afectan al área de los ojos.
La cantidad y profundidad depende de la exposición solar que se ha tenido, del consumo de tabaco, de la carga genética, los hábitos alimenticios, etcétera.
2. Textura de la piel no uniforme
Con el paso del tiempo, la piel se vuelve más frágil y pierde gradualmente su elasticidad, por ello no es uniforme.
3. Pigmentación desigual
Con el paso de los años se desequilibra la producción del pigmento natural de la piel llamado melanina, lo que ocasiona que el rostro tenga tono disparejo y aspecto envejecido.
4. Falta de luminosidad.
Su pérdida se debe a la disminución de la actividad hormonal lo cual ocurre, generalmente, a partir de los 40 años.
5. Poros visibles
Luego de los 40 años, éstos se hacen más evidentes, lo que tiene un impacto estético negativo. Se abren más a medida que avanza el tiempo debido a la pérdida de la elasticidad.
6. Manchas.
Aparecen como consecuencia de la exposición solar acumulada. Pueden ser minúsculas o hasta unos auténticos parches sobre el rostro, que van de color blanco al marrón claro y al café oscuro; son extremadamente comunes después de los 40.
Aunque la mayoría son inofensivas, indoloras y no tienen relación con el hígado ni con la función hepática, es conveniente acudir al dermatólogo para descartar que sean manifestación de alguna enfermedad.
7. Resequedad y tirantez
La piel se deshidrata y en consecuencia se vuelve seca y áspera pues la suavidad está relacionada directamente con la presencia del agua.
Para proteger a la piel de esta pérdida, las glándulas sebáceas producen una mezcla compleja de ácidos grasos, ceras y distintos químicos que forman una barrera que protege a la piel de la evaporación del líquido. Con los años disminuye la producción de esta capa protectora.
La "magia" de la cosmética
Afortunadamente, las grandes compañías cosméticas han desarrollado productos que no sólo combaten las arrugas sino que atacan también a los demás signos de envejecimiento cutáneo. Entre las novedades:
a) Tensolift Neck Cream, de Natura Bissé
Tratamiento de rejuvenecimiento para cuello, escote y senos. Su fórmula tensa de forma natural el descolgamiento de la piel en estas zonas y combate la formación de líneas y arrugas conocidas como anillos de Venus (alrededor del cuello), y la aparición de manchas. Contiene extracto flor de margarita (brinda luminosidad), ácido hialurónico y extracto de kombuchka (que rellena el surco de las arrugas).
b) Ceremide Gold Ultra Restorative Capsules, de Elizabeth Arden
Una lujosa reformulación de las originales Time Complex Capsules. Ayudan a fortalecer la barrera de la piel para combatir las señales visibles del tiempo; refuerzan el colágeno natural y aportan firmeza; suavizan y disimulan las líneas y las arrugas.
El resultado: un cutis sedoso, terso y con una tonalidad pareja.
c) Sublimage eye, de Chanel. Crema regeneradora intensiva para los ojos.
Trata de manera eficaz las bolsas y ojeras ya que actúa sobre sus principales causas: la pérdida de firmeza y la microcirculación deficiente.
Su fórmula contiene un potente regenerador, la Planifolia PFA.
