Para muestra un botón. En el presente torneo Super Liga sólo el Guadalajara ha vencido a su rival estadounidense, dejando mal parados a los conjuntos mexicano frente a los conjuntos de la MLS. (Fotografías de AP y EFE)
La MLS tiene ambiciosos planes de expansión; México, rezagado.
MÉXICO, DF.- La batalla futbolística de México y Estados Unidos por el liderazgo del continente se ha convertido en un auténtico choque de David contra Goliat. Y es que con un enorme potencial económico y un proyecto perfectamente delineado rumbo a 2010, en el que incluso se considera la posibilidad de campeonar, los estadounidenses se han convertido en el Gigante de la Concacaf (Confederación Norte, Centroamericana y del Caribe de Futbol).
México, por su parte, tiene ya varios ciclos mundialistas con un objetivo por demás mediano, el quinto juego en la Copa del Mundo, lo que significaría el acceso a los cuartos de final.
Ese es apenas el principio, pero un análisis comparativo deja al descubierto las razones del crecimiento de Estados Unidos y el rezago de México.
En 1986, año en que nuestro país fue, por segunda ocasión, sede de la Copa del Mundo, la Federación Internacional de Futbol Asociación (FIFA) asignó a Estados Unidos el Mundial de 1994, pero con la condición de que a corto plazo se contara con un torneo profesional, hasta entonces inexistente, y fue ahí cuando se inició el despegue del vecino país del Norte.
Se volteó entonces la mirada hacia el futbol y los millones de seguidores en espera por toda la Unión Americana, incluidos unos 42 millones de hispanos apasionados amantes de esta disciplina deportiva.
Y se trabajó en la contratación de figuras de diversos países, en lo que llamó la "Segunda invasión", y que siguió a la que años atrás había encabezado nada menos que Edson Arantes do Nascimento "Pelé".
Actualmente en Estados Unidos se vive la "Tercera invasión", en busca de la consolidación definitiva del futbol en el país, y con el inglés David Beckham como principal exponente, fichado por el Galaxy de Los Ángeles con un contrato que le significará ganancias de unos 250 millones de dólares en cinco años. "El fichaje de Beckham será clave... Es verdaderamente el único que puede construir un puente entre el futbol en Estados Unidos y el resto del mundo", asegura Timothy J. Leiweke, presidente de la empresa AEG, propietaria del Galaxy. Ahora el equipo californiano ya le envió una oferta de 36 millones de euros por una temporada a Zinedine Zidane para que deje el retiro y juegue en Los Ángeles con su ex compañero del Real Madrid.
Además, la MLS (Liga Mayor de Estados Unidos) tiene ambiciosos planes de expansión para ir de 13 equipos a los 16 clubes y con una proyección de llegada a todos los rincones del país, construcción de estadios para la práctica exclusiva del futbol, trabajo en la formación de nuevos valores tanto hombres como mujeres, y continuidad en el trabajo de selecciones nacionales.
En contraparte, la apuesta mexicana se caracteriza por sus planes y proyectos inconclusos, la falta de continuidad en los trabajos, tanto a nivel de clubes como de selecciones nacionales, la guerra de intereses entre los dueños de equipos que frenan el desarrollo por su marcado interés de negocio, y la falta de interés en el trabajo de fuerzas básicas.
En un intento por mejorar, en la FMF se dispone de un Plan Integral de Reformas que busca retomar experiencias de otras naciones, pero todavía hay quienes se resisten al cambio, quizá los mismos que frenaron la puesta en marcha de la Liga Premier.
FUTBOL DE EU: TODA UNA LECCIÓN DE CONSTANCIA
En apenas 13 años, los Estados Unidos han dado pasos agigantados en su proyecto futbolístico: la cima mundial.
En 1994 Estados Unidos organizó su primera Copa del Mundo. El decimocuarto lugar de ninguna manera mermó en el ánimo de un proyecto que tuvo como meta ser una selección competitiva, que pudiera luchar por el título en 2010.
Para 1995, con el arranque de la MLS a la vuelta y su participación en Copa América demostraron la seriedad de sus palabras. En el certamen continental echaron a México en cuartos de final y terminaron el torneo en el cuarto escalón.
En su camino hacia el Mundial de 2002, Estados Unidos obtiene triunfos que retumban en el mundo, sobre Argentina, Alemania, Inglaterra, y su trabajo lo corona en la Copa 2002, donde elimina a México en octavos de final.
Proyecto 2010
La supremacía como gigante de la Concacaf que marcó desde la Copa Oro 2002, y que siguió en 2005, la confirmó en la edición 2007 al vencer a México en la final, en plena carrera hacia su verdadero reto: el Mundial de Sudáfrica 2010
Formar una selección que luche por el título en Sudáfrica
Penetración en el gusto de la población norteamericana
Más programas destinados al futbol juvenil y femenino
Posicionar la MLS con un nivel competitivo
Renovación constante en la selección mayor
Figuras en clubes de la MLS para lograr mayor identificación
Inspiración para las nuevas generaciones como objetivo
Continuidad en los procesos de selección
Al formar talentos, Argentina le lleva años luz a México
En Argentina se juega como se vive y si no se juega bien no se come. "Si nosotros no formáramos jugadores potencialmente buenos para venderlos en un futuro, el futbol argentino no existiría", dice Abel Alves, técnico de división de reservas de Boca Juniors.
Un futbolista argentino gana 70 por ciento menos que un mexicano. En este escenario Argentina se ha dedicado por décadas a formar talentos con 50 mil dólares y a venderlos por dos millones de dólares después. "Cuando un futbolista llega a un club, el siguiente paso es jugar en la selección y de ahí dar el salto a algún equipo europeo. El buen sueldo está en Europa, pues en Argentina nunca hay plata", dice.
En México cuando un futbolista llega a Primera División no se mueve de ahí, pues los sueldos son muy buenos, asegura el director técnico argentino, quien trabajó cuatro años en equipos como América. Necaxa y San Luis.
En Argentina los preparan para pelearle a la vida, pues el futbol es como un escape de la pobreza. "Aquí se juega muy agresivo, la mentalidad es para adelante y en busca de muchas glorias". Para el técnico argentino, a México le falta preparación en selecciones juveniles. "Argentina les lleva años luz en la búsqueda de talentos". En el Boca Juniors, por ejemplo, durante todo el año se hacen pruebas en las 23 provincias de Argentina en busca de jóvenes, y se va desmenuzando cada provincia hasta encontrar a los mejores.
Una vez que se eligieron, la última prueba es enfrentarse contra las fuerzas básicas del Boca. "Si logran sacar la casta, se quedan", dice. Y para un argentino su lugar en un club es reemplazable fácilmente por otro talento si no juega bien.
México en cambio, "es un país donde la gente trabaja cuatro horas y ya tiene para comer y en Argentina cuando ellos tienen un trabajo como futbolistas lo tienen que defender. El mexicano es muy pacífico en ese sentido, aunque las cosas están cambiando y el día que México trabaje bien estará en los primeros lugares", apunta.
Los problemas de actitud se miran hasta en las páginas web de ambas federaciones. En la de la Asociación de Futbol Argentino se muestran como un país ganador, en tanto que en la FMF se lee: México regresa con la frente en alto, y una declaración de Hugo Sánchez diciendo: "No estamos convencidos de lo que queremos, hay que convencernos y no nada más de dientes para afuera, hay que sentirlo".
POCOS LOGROS
Copa Oro 2003.- Bajo el mando de Ricardo La Volpe, México ganó este torneo jugado en nuestro país, único título del argentino
Campeones del Mundo de la categoría Sub 17 en el Mundial de Perú 2005 con Jesús Ramírez de DT.
Eliminados por EU en el Mundial de Corea-Japón 2002, el Tricolor quedó en el lugar undécimo.
Decimoquinto lugar en la Copa del Mundo de Alemania 2006, no se llegó al prometido quinto partido.
Se ha fracasado en la Copa Oro cuando se juega fuera de México.
En 2005 perdió en cuartos de final ante Colombia y en 2007 ante EU en la final.
No se calificó al Mundial Sub 17 de Corea 2007.
Eliminado de los cuartos de final por Argentina en el Mundial Sub 20 en Canadá.
Medalla de bronce en Panamericanos, cuando sin la presencia en las semifinales de Argentina o Brasil.
