Compiten con un lavado ‘especial’

Opera al 10 por ciento de su capacidad instalada la lavandería El Manantial.

EL SIGLO DE TORREÓN

TORREÓN, COAH.- Magaly, Tony y Juanito son los encargados de trabajar en El Manantial, una lavandería muy singular. Los tres laboran de las nueve de la mañana a las seis de la tarde de lunes a viernes. Algo tímidos, pero siempre con una sonrisa en los labios, dan atención personalizada a cada uno de los clientes que acuden a solicitar el servicio de lavado y planchado.

La lavandería El Manantial destaca de otras no por tener un gran número de equipos o por lavar kilos y kilos de prendas de vestir diariamente, sino lo que la hace especial es su personal operativo, ya que son tres personas muy activas laboralmente y que tienen una discapacidad intelectual.

La necesidad de hacer de El Manantial un negocio autosuficiente obligó hace algunos meses a Gabriela González Núñez, directora del Centro de Atención Especial Infantil (CAEI), A.C., a buscar nuevas alternativas para hacer que la lavandería opere al 100 por ciento de su capacidad instalada, e incremente el número de clientes.

A través del Comité Nacional de Productividad e Innovación Tecnológica (Compite), González comentó que el taller de logística ayudó al negocio a detectar fallas en la cadena de producción, por lo que en breve se realizarán adecuaciones para mejorar la atención y el servicio al cliente.

La lavandería viene operando desde hace seis años en Torreón gracias al apoyo del Instituto Mexicano de la Juventud, En ella laboran tres chicos con una discapacidad intelectual, Magaly, Tony y Juanito, declaró la directora del CAEI y agregó que “yo soy especialista en educación especial, pero no en administración, ventas o mercadotecnia”.

Dijo que después de seis años de estar trabajando con este negocio no se ha logrado que sea auto sustentable, en donde se generen los ingresos necesarios para pagar a los muchachos un ingreso fijo y dar las prestaciones que los hagan personas económicamente independientes de su familia.

Aunque actualmente cuenta con un cliente fijo como lo son las tiendas de Sam´s Club, a quienes realizan el lavado de equipos de protección de congeladores y mantenimiento en exhibición, así como eventuales del ramo de transporte de carga, consideró que era el momento oportuno para mejorar la operación de la lavandería y que trabaje realmente como un negocio.

SE INSCRIBEN AL COMPITE

Trabajando al diez por ciento de su capacidad instalada, González declaró que leyendo un diario local vio el anuncio de los programas de la Secretaría de Economía, por lo que llamó y solicitó asesoría para atender su problemática.

Al hacer contacto con el representante de Compite en La Laguna, participaron durante tres días consecutivos en el taller de logística y atendieron al consultor en su negocio durante dos días para detectar las posibles fallas o mejoras para la lavandería.

Satisfecha por haber participado en este programa, la directora del CAEI informó que se tienen tres lavadoras y secadoras, respectivamente para atender la demanda del servicio de lavado, sin embargo, el trabajo que han tenido es poco y por ello se tiene sin usar otros equipos.

No obstante a ello, González está convencida de que el diagnóstico hecho por el consultor ayudará a incrementar la demanda de servicio y con ello un crecimiento del negocio. Dentro de las recomendaciones hechas por el representante de Compite destacó que el cliente no se sentía seguro ni satisfecho por el servicio de lavado que se le daba, por lo que se sugirió cambiar la báscula a la entrada para que sea él mismo quien pese su ropa y llene la ficha, buscando con ello agilizar la atención.

Comentó que al llegar un cliente, los muchachos subían al segundo piso para pedirles que pesaran la ropa y llenaran la nota de remisión, lo cual les quitaba a ambas partes algo de tiempo.

Otra de las recomendaciones es la aplicación de evaluaciones sobre la calidad de servicio que se les da a los clientes. Mencionó que otra sugerencia es invertir en publicidad, sin embargo, comentó que “se carece del recurso económico para ello”, por lo que implementarán acciones para que sus clientes pasen la voz y los recomienden en el servicio de lavado.

Sin embargo, apuntó que gracias al apoyo de una empresa de diseño colocarán en las banquetas letreros verticales para dar a conocer a los conductores el servicio de El Manantial. Dijo que adicionalmente se diseñará un programa de descuentos y promociones para atraer un gran número de empresas o personas.

Adicionalmente, informó que se ofrece el servicio de planchado el cual lo realiza una madre de familia de uno de los muchachos, así como un pequeño bazar en donde se venden prendas de vestir para niños, dama y caballero. Atendiendo las recomendaciones del consultor, González mencionó que reubicarán la mercancía al fondo del negocio, buscando dar prioridad a la lavandería.

Nada improvisados

A Magaly le gusta mucho lavar la ropa en la lavadora. Ella al igual que Tony llevan seis años laborando dentro de la lavandería. A él le gusta más secar y doblar la ropa, por lo que es un especialista en hacerlo en forma rápida.

Juanito por su parte apenas tiene dos años dentro de este negocio. A él le gusta hacer de todo en la lavandería. Desde lavar, secar y doblar la ropa que llevan las personas. Los tres aguardan sentados la llegada de un cliente a la lavandería, por lo que al momento de que alguien se acerca lo invitan a pasar para que vean la ropa que ahí se exhibe en el pequeño bazar.

De los tres, Tony es el más introvertido, aunque también Magaly habla en forma tímida sobre lo que más le gusta hacer en sus horas de trabajo. Juanito, tal vez por su mayor edad a los otros, es el más osado y explica cómo trabajan y qué es lo que él hace en particular.

Al medio día, ambos esperan la llegada de clientes.